El uso de uno de los medicamentos más comunes para los abortos médicos, la mifepristona, quedó pendiendo de un hilo luego de una doble sentencia judicial.
La primera sentencia corresponde a Matthew Kacsmaryk, juez designado por el ex presidente, Donald Trump, para Texas.
En su dictamen de 67 páginas, Kacsmaryk paralizó provisionalmente la administración de la píldora, defendiendo que, la aprobación por parte de la agencia del medicamento estadounidense (FDA), de la píldora, violó normas federales.
‘’Este tribunal no altera las decisiones de la FDA a la ligera”, escribió Kacsmaryk en el documento. “Pero en este caso la FDA renunció a sus legítimas preocupaciones de seguridad basándose en un razonamiento llanamente infundado y estudios que no apoyaban sus conclusiones’’.
Pocas horas más tarde, Thomas Owen Rice, juez federal, pero del estado de Washington, aseguró que la FDA debe mantener los medicamentos abortivos disponibles.
‘’No es función del Tribunal revisar la evidencia científica y decidir si los beneficios de la mifepristona superan sus riesgos sin REMS y/o ETASU. Ese es precisamente el papel de la FDA’’, explicó el magistrado.
Los estados en los que se mantendría la administración de la píldora serían: Washington, Oregon, Arizona, Colorado, Connecticut, Delaware, Illinois, Nuevo México, Rhode Island, Vermont, Hawaii, Maine, Maryland y Minnesota, además de Washington DC y Michigan.
Biden y las órdenes judiciales
Por su parte, el presidente de EEUU, Joe Biden, compartió un comunicado en el que asegura que ‘’combatirá’’ la decisión de Kacsmaryk, la cual califica como un intento ‘’sin precedente de privar a las mujeres de libertades fundamentales’’.
‘’Esto no solo afecta a las mujeres en Texas; si se mantiene, evitaría que las mujeres de todos los estados accedan a los medicamentos, independientemente de si el aborto es legal en dicho estado’’, añadió.
La vicepresidente, Kamala Harris, también se unió a la opinión del mandatario: ‘’Permitir que los tribunales y los políticos digan a la FDA qué tiene que hacer es contrario a una buena política de salud pública’’, señaló.
Alianza por una medicina hipocrática
El grupo antiabortista de Texas ‘Alianza por una medicina hipocrática’, demandó a la FDA por la aprobación de la píldora abortiva, distribuida comercialmente como ‘Mifeprex’.
La organización acusó a la FDA por ‘’eliminar la mayoría de las salvaguardas que protegen a las mujeres y niñas de los peligros de la mifepristona’’.
La FDA ha permitido desde 2000 la administración de la píldora en cuestión con receta médica durante los primeros 70 días (10 semanas) desde el momento de la concepción.
En 2021, el Gobierno de Biden convirtió en permanente la posibilidad de recibir la prescripción por correo, tras realizar esa práctica durante la pandemia para evitar visitas al médico.