“¡Coman pasto! millones de vacas no pueden estar equivocadas” decía Facundo Cabral en una de sus canciones. Este 1 de noviembre se celebra el Día Mundial del veganismo, una fecha propicia para generar alertas sobre la explotación y el sufrimiento animal, así como divulgar los beneficios de este estilo de vida.
Desde el año 1944 se celebra en todo el mundo el Día Mundial del Veganismo, a partir de que Donald Watson y su esposa Elsie Shrigley fundaron “The Vegan Society”, una sociedad conformada entonces por unas pocas personas que se alimentaban a base de plantas. Ese mismo día también se publicó la primera edición del folleto informativo “The Vegan News”.
No es sólo un hábito alimenticio, sino un estilo de vida en el que también se excluye el consumo de todo producto que involucre procesos animales o la denominada ‘explotación animal’, como la miel o los huevos.
El veganismo también contempla el uso de productos cosméticos y de cuidado personal que no hayan sido probados en animales, y a su vez, promueven el uso de prendas y accesorios de vestir que no hayan sido obtenidos por medio de su explotación. Los veganos postulan que los seres humanos no están por encima de ninguna otra especie animal y por ello rechazan cualquier producto derivado, aunque no sea comestible.
El movimiento, argumenta que al reducir la demanda de carne, huevos, leche, cuero, lana y otros productos, se reduce el gasto de recursos ambientales como el agua, lo cual beneficia al medio ambiente.
En ese sentido, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, estima que las 1.500 millones de vacas que hay en el mundo destinadas a la producción de alimento para el consumo humano liberan 100 millones de toneladas de metano (equivalente a 2.500 millones de toneladas de CO2) cada año.
La FAO también estima que "la desertificación de pastizales causada por la acción del ganado puede liberar 100 millones de toneladas de CO2 al año". Esto, producto de que la deforestación merma la absorción del dióxido de carbono por parte de las plantas. Por ello, se argumenta que reducir el consumo de carne o alimentos de origen vegetal podría contribuir a la conservación ambiental.
Es cierto que dentro del veganismo existen varias corrientes. Algunos se permiten tomar leche y se conocen como lactovegetarianos y los que incluyen huevos en su dieta, que se llaman ovovegetarianos.
Algunos datos sobre la alimentación vegana
- Los seres humanos podemos vivir en completa salud con una dieta basada en plantas. Al contrario, una alimentación con gran cantidad de carne, puede ocasionar enfermedades como diabetes, infartos de corazón, disfunción eréctil, etc.
- Debido a su dieta, los veganos y vegetarianos suelen presentar déficit en vitamina A, B12, B9, D, calcio, hierro y omega 3. Para ello, nutricionistas sostienen que los veganos deben contar con una dieta de variados alimentos, como legumbres, granos, vegetales, nueces, hongos, frutas, etc.
- Es necesario tomar vitamina B12, ya que es la única que no se puede obtener mediante una alimentación vegana, debido a que es producida por bacterias y se encuentra en el agua silvestre y el suelo del que se alimentan los animales. Ellos no la producen pero sí la sintetizan.
- Una alimentación basada en una dieta vegana trae beneficios para la salud más allá de los físicos, investigadores indican que personas que padecen enfermedades como la diabetes, con una alimentación vegana han mejorado la resistencia a la insulina.
- Antes de tomar una decisión sobre el tipo de alimentación se debe contar con una asesoría nutricional para determinar el estado de salud o enfermedad, así como nuestras necesidades nutricionales.
Hay estudios que prevén que solo el 40% de la población mundial consumirá carne en 2040. El 35% será carne de laboratorio y el 25% serán sustitutos de carne vegana. Las grandes marcas globales deberán adaptarse y saben que necesitan avanzar para sobrevivir en una era en la que prima el consumo responsable.
