Este domingo el futbolista Vinícius Junior reaccionó en sus redes sociales, luego que le fueran proferidos insultos racistas en la derrota del Real Madrid frente al Valencia en el estadio de Mestalla.
«El premio que los racistas consiguieron fue mi expulsión» dijo el futbolista.
Vinícius fue expulsado luego de recibir una tarjeta roja, tras golpear a Hugo Duno, en las acciones que protagonizó Musah cuando agarró el balón para evitar el saque del Madrid, y se inició la trifulca.
Un partido controversial
En un partido accidentado de principio a fin, el principal De Burgos hizo dos advertencias al equipo local para evitar que siguieran profiriéndole insultos al jugador madridista.
«No fue la primera vez, ni la segunda, ni la tercera. El racismo es normal en La Liga. La competición lo considera normal, la Federación también y los rivales lo fomentan. Lo lamento mucho. El campeonato que una vez perteneció a Ronaldinho, Ronaldo, Cristiano y Messi ahora pertenece a los racistas», agregó Vinícius en un comunicado.
En relación al caso, el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, hizo un llamado este lunes a reconocer el problema del racismo en España, tras los insultos dirigidos al delantero suramericano.
Rubiales expresó en una declaración institucional en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, sede de la federación cerca de Madrid, que existe un problema de comportamiento, educación y racismo en el país.
Estas declaraciones se produjeron después de las manifestaciones del presidente de LaLiga, Javier Tebas, quien condenó los incidentes en Mestalla y también criticó al futbolista brasileño, a quien instó a no dejarse manipular en relación al tema.
El Valencia está en la fosa de la tabla de posiciones, con el riesgo de bajar a segunda división, por lo que una suspensión de partido en casa representaría de la pérdida de tres puntos importantes para mantenerse en primera.
Vinicius ha sido uno de los jugadores que ha sido víctima de la mayor cantidad de insultos cuando su club juega de visitante, sin embargo el impacto de cada andanada de insultos genera reacciones de solidaridad a nivel mundial.
De hecho, el mismo presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se pronunció con respecto a los insultos a su compatriota: «No es justo que un joven pobre que triunfó en la vida y que se esta transformando en uno de los mejores futbolistas sufra este tipo de ataques» dijo Lula en la rueda de prensa sobre el balance de su participación en la cumbre de G7.
Finalmente, el jugador brasilero reconoció que España es una «hermosa nación» que lo acogió y que quiere. Sin embargo, apuntó que desde Brasil, la ‘madre patria’ es vista como un país racista. «Y, desgraciadamente, por todo lo que ocurre cada semana, no tengo forma de defenderlo. Estoy de acuerdo».
