El científico Jean-Michel Claverie -profesor emérito de medicina y genómica en la Facultad de Medicina de la Universidad Aix-Marsella en Marsella, Francia. demostró a través de muestras de tierra tomadas del permafrost siberiano que aún hay partículas virales infecciosas milenarias: ha descubierto algunos “ virus zombis ” de hace 50.000 años.
«Estos patógenos latentes, despertados por el cambio climático, representan una amenaza potencial para la salud pública a medida que resurgen», explicó en una entrevista a CNN la vispera.
Claverie resalta la necesidad de aumentar la vigilancia y sumar más investigación para comprender y mitigar los riesgos asociados con estos virus antiguos, que podrían tener efectos desastrosos si infectan a humanos u otros organismos.
Los descubrimientos de Claverie arrojan luz sobre la sombría realidad del calentamiento global a medida que se derrite el suelo que había estado congelado durante milenios. Claverie, de 73 años, ha pasado más de una década estudiando virus «gigantes».
El planeta ya es 1,2 °C más cálido que en la época preindustrial y los científicos predicen que el Ártico podría quedar libre de hielo en los veranos en la década de 2030.
La preocupación de que el clima más cálido libere a la atmósfera gases de efecto invernadero atrapados, como el metano, a medida que el permafrost de la región se derrita, está bien documentada, pero los patógenos latentes son un peligro menos explorado, publicó CNN.
Sus esfuerzos por detectar virus congelados en el permafrost fueron inspirados en parte por un equipo de científicos rusos que en 2012 revivió flores silvestres de un tejido de semillas de 30.000 años de antigüedad encontrado en la madriguera de una ardilla.
En 2014, logró revivir un virus que él y su equipo aislaron del permafrost. No solo eso, también lo hicieron infeccioso por primera vez en 30.000 años y lo insertaron en células cultivadas. Por seguridad, había elegido estudiar un virus que solo podía apuntar a amebas unicelulares, por lo que no estuvieron en riesgo los animales ni los humanos.