Este lunes el presidente de China, Xi Jinping, reiteró que la reunificación con Taiwán es «esencial para la revitalización» del gigante asiático, así lo declaró en la sesión de clausura de la Asamblea Nacional Popular.
Según el primer mandatario chino, las fuerzas externas y los grupos secesionistas se oponen a la «aspiración común de la nación China».
Xi Jinping exhortó a defender el principio de «una sola China» que se acordó en el «Consenso de 1992», en el que ambas partes reconocen que son todos una nación.
Según este acuerdo, tanto China continental como la isla de Taiwán pertenecen a la misma China, pero ambas partes están de acuerdo en interpretar el significado de acuerdo a su propia definición individual.
La tensión entre las regiones aumentó el año pasado cuando la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, visitó Taiwán en medio de las amenazas del gobierno chino.
El recién electo por tercera ocasión presidente de la nación, destacó la necesidad de promover «el desarrollo pacífico de las relaciones a través del estrecho de Taiwán».
Sin embargo, el primer mandatario también resaltó que se debe iniciar la «modernización de la defensa nacional y las fuerzas armadas, y convertir a las fuerzas armadas populares en una Gran Muralla de acero que resguarde efectivamente los intereses de soberanía nacional, seguridad y desarrollo”.
Para Jinping la seguridad es el «cimiento del desarrollo, mientras la estabilidad es un prerrequisito de la prosperidad».
Desde 1949 Taiwán tiene un gobierno autónomo cuando los nacionalistas del Kuomintang se replegaron a la isla, luego de caer derrotados frente las fuerzas comunistas.