La historia del ser humano está íntimamente ligada a los animales desde siempre, por ello existe un día especial para bendecirlos y agradecerles su aporte en la vida útil del hombre.
Partiendo de allí, cada 17 de enero se celebra el día mundial para la bendición de los animales, actividad con gran arraigo en Europa y algunas naciones de Latinoamérica, porque coincide con el día de San Antonio Abad, patrono de los animales y los ganaderos.
Esta fecha brinda la oportunidad de transmitir un mensaje a la población e incorporarla en actividades de conservación y cuidados de los animales.
La tradición es celebrar este día de forma litúrgica, es decir con una misa en honor a la protección de los animales y luego el sacerdote rocía agua bendita para bendecir a las mascotas.
Cabe destacar, que desde hace muchos años este encuentro religioso era realizado por los ganaderos, con el fin de proteger a los rebaños de enfermedades y del ataque de depredadores.
De ahí, se afianzó la tradición de iniciar el año con la bendición de los animales de granja (vacas, ovejas, cerdos, cabras, caballos, burros, gallinas; etc) y se extendió a nuestras mascotas y compañeros de hábitat.
En referencia a la historia de San Antonio Abad, se dice que fue un monje cristiano, fundador del movimiento eremítico, que descubrió la sabiduría observando la naturaleza y que a sus 20 años dejó sus bienes y los entregó a los pobres, asumiendo la vida clerical viviendo en mínimas condiciones y ayudando a los necesitados
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Existe una historia que cuenta de un milagro logrado por San Antonio Abad; se le acercó una jabalí con sus crías que estaban ciegos, en una actitud de súplica e inmediatamente San Antonio curó el impedimento de los animales y desde entonces la jabalina siempre lo acompañó y defendió de otros animales. Posterior a este milagro y a partir de su muerte, fue nombrado por la Iglesia Católica como patrón de los animales y de los ganaderos.
Sucesivamente otros gremios, lo asumieron como su patrón: los ermitaños, los monjes, los amputados, los tejedores de cestas, los fabricantes de cepillos, los carniceros, los enterradores, los porquerizos y los afectados de eczema, epilepsia, ergotismo, erisipela, y enfermedades de la piel en general.
Durante las misas en honor a los animales, se le pide en oración a San Antonio Abad, se le hacen ofrendas y peticiones de sanación.
