25 años sin Diana: el cuento de hadas sin final feliz

Diana Spencer, una verdadera influencer (Imagen: Getty Images)

Fue una mañana dura, durísima… La noticia en todos los medios generaba llantos incontrolables y una tristeza profunda, pero sobre todo incredulidad, como la primera etapa del duelo: el mundo estaba en negación. Murió Diana, la de corazón noble, la influencer de los noventa, la que humanizó la corona británica, la cercana, la princesa del pueblo.

El 31 de agosto de 1998 el mundo entero parecía paralizado, el enojo despertó después al comprobar que era cierto. Amaban a la “de Gales” como si fuese suya, parte de su casa, su hermana, su hija, su amiga… ¡Y sí!, en parte lo era.

La rabia crecía al conocer que paparazzis la persiguieron por un túnel de París para tomarle fotos con su nuevo amor. Pero la noticia pasó de las páginas rosas a las rojas. Se vieron atrapados y el chofer aceleró el vehículo para terminar colisionando con uno de los muros de contención.

La prensa que viajaba en moto no hizo más que disparar sus cámaras para registrar a una mujer agonizante al lado del cadáver de su pareja. Demasiado trágico, demasiado triste, demasiado cruel. 25 años han pasado desde entonces.

Corona de espinas

A los 19 años Diana Spencer se comprometió con el príncipe de Inglaterra, Charles. Eran jóvenes y parecían felices, tomados de la mano y ella siempre tímida y con la cabeza baja. Era una historia de cuentos de hadas, pero los protagonistas eran de carne y hueso.

La boda fue un sueño. Las carrozas y una iglesia imponente fueron la pasarela de un vestido increíble, de cola larguísima. El reino tenía nueva reina, y la reina era perfecta. Años después la foto se completó con dos hijos. Todo estaba hecho, el cuento de hadas tenía un final feliz.

Pero no, se apagaban las luces, se cerraba la puerta y todo era diferente. La princesa de cabellera rubia, voz suave y mirada ausente, vivía el infierno por dentro. “Éramos tres en este matrimonio, y eso es una multitud” dijo tiempo después en una entrevista a la BBC de Londres, que enrojeció de coraje a la corona, nunca valorada tan mal por el pueblo británico… por el momento.

“Me hice daño a mi misma” dijo una Diana vulnerable, como nunca nadie la había visto, con la cabeza ladeada y el corazón roto. Después se anunciaría el divorcio de un matrimonio que sin duda no era lo que parecía, y cuyo final mató a la princesa y parió a Diana.

dfd
La princesa Diana rompió el silencio con la BBC (Imagen: BBC)

La princesa del pueblo

Diana era perseguida por los paparazzi pero al parecer nunca se acostumbró a la atención. Bajaba la cabeza y se encogía de hombros en muchas ocasiones cuando estaba sola, y con sus hijos los tomaba fuerte de las manos y plantaba el pecho, atenta como una leona.

Pero la madre de los herederos al trono no paraba. Se le veía vestida con trajes antiminas exigiendo que se prohibiera el método cruel en todo el mundo. No lo vió, pero un año después de su muerte 156 países pusieron fin a esta práctica inhumana.

Abrazaba sin miedo a los enfermos de Sida y pedía apoyo constante para ellos, lo que permitió derribar los estigmas de una enfermedad puesta a la fuerza entre las sombras, que elevaba el carisma que la caracterizaba, a una verdadera empatía.

La princesa de Gales se unió a la madre Teresa de Calcuta y visitaba a los enfermos terminales con la intención de que murieran “con dignidad”, entre centenares de cosas más que hacía sin cámaras que la grabarán, como se supo por trabajadores de hospitales de Londres que fueron sorprendidos por un par de visitas privadas a pacientes desconocidos.

“Lo que distinguía a Diana era su talento natural para hacer que la gente se sintiera a gusto. Ya fuera el rey de Arabia Saudí o personas del pueblo, los trataba del mismo modo. Incluso los periodistas más duros se derretían con ella” comentó en algún momento la fotógrafa Jayne Fincher, quien la seguía a todos los actos oficiales.

La influencer

Diana Spencer, quien nunca perdió su título nobiliario a pesar de haberse separado del príncipe Charles, es considerada una de las “influencers” más grandes de los noventa, y una de las mujeres más fotografiadas de la historia.

La princesa impactaba con sus vestidos y marcaba tendencias; era la inspiración incluso de términos dentro de la moda, como es el caso del “vestido de la venganza”, una frase utilizada para definir a una mujer que ha terminado desfavorecida en una relación amorosa, pero se muestra públicamente despampanante.

El traje que le dio el título, fue una creación de la diseñadora griega Christina Stambolian, con un pronunciado escote corazón y una larga cola negra, que acompañó con tacones de seda de Manolo Blahnik, medias negras transparentes y una gargantilla blanca; uno de los outfits más fotografiados de la historia.

Mucha de su ropa, e inclusive su auto, han sido subastados y con ellos se han recogido millones de dólares, recursos casi siempre destinados a las causas benéficas que apoyaba.

A pesar de su prematura muerte, 36 años fueron suficientes para que Lady Diana generara un impacto profundo en el mundo: trajo a tierra una corona desgastada por el absoluto e impenetrable elitismo y demostró que a veces salir del protocolo es una buena idea.

Al final sí resultó ser la amiga, a la que millones de personas le llevaron flores en su funeral, la hija que evocó lágrimas inconsolables incluso en países absolutamente ajenos a la monarquía, el personaje cálido que podría resumirse en una simple frase: “Quiero hacer algo, no solo estar”… y vaya que lo hizo.

Redacción
Redacciónhttp://lamoscanews.com
Somos un medio digital independiente que nació de un colectivo de periodistas y creadores de contenido de diferentes países de Latinoamérica.

Articulos relacionados

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Sigue en contacto a través de

0SeguidoresSeguir
Lamoscanews.com Lamoscanews.com Lamoscanews.com Lamoscanews.com

Lo más reciente