Este martes 6 de septiembre, o 6/9 fue el día Mundial del Sexo Oral… La historia se cuenta sola. No es necesario dar largas explicaciones sobre la escogencia de la fecha, pero sí parece propicio hablar de salud sexual, un tema que aunque para algunos pocos aún resulta tabú, su normalización definitiva ahorraría múltiples problemas.
Una práctica ancestral
El sexo es una de las pocas prácticas que existen literalmente desde el inicio de la vida misma, una especie de enigma complejo y controversial como el huevo y la gallina, que no corresponde deshilar. Sin embargo, sus diferentes formas pueden ser un poco más “nuevas”.
El sexo oral también tiene orígenes ancestrales, y aunque es imposible determinar quiénes fueron los primeros en averunturarse con el famoso “69”, ya la posición nombrada en honor a los números estaba en el Kamasutra, por lo que al menos tiene 2.000 años.
Muy frecuente
A pesar de no poder determinar con exactitud cuando la humanidad comenzó a practicar el sexo oral, sí hay estadísticas que demuestran que es mucho más común de lo que la mayoría podría pensar.
Tanto en parejas heterosexuales como del mismo sexo, la frecuencia es alta; se estima que más de 85% de los adultos sexualmente activos, de 18 años a 44 años de edad, como señala un estudio citado por el portal de la organización gubernamental estadounidense, Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
La Web señala además que la práctica también es usual en niños, “en una encuesta separada, que se realizó entre el 2007 y el 2010, se halló que el 33% de las niñas y los niños adolescentes de 15 a 17 años, reportaron haber tenido relaciones sexuales orales con una pareja del sexo opuesto” cita el sitio.
Cuidados
Aunque han pasado más de 20 siglos, aún surgen diferentes dudas sobre la práctica, entre ellas los cuidados que se deben tener a la hora de darlo y recibirlo, especialmente para no ser parte de las estadísticas de enfermedades de transmisión sexual (ETS)
Un error muy común es dejar el uso del preservativo solo para la penetración, pero en el sexo oral es igualmente necesario, no solo el uso del condón en el caso de los hombres, sino mantener una barrera de latex en la vagina.
Todas las enfermedades que se pueden transmitir a través de la penetración, también se pueden contagiar por el sexo oral, eso incluye: clamidia, sífilis, sida, gonorrea, herpes, virus de papilona humano (VPH), tricomoniasis, y un larguísimo etcétera.
Aunque muchas de estas afecciones pueden ser tratadas, otras no tienen cura, es allí donde radica la importancia de controlar los impulsos, pensarlo con atención y tomar acciones, para evitar el famoso y lamentable dicho de “después de un buen gusto, un buen susto”… en este caso, el “susto” podría ser una sentencia definitiva.
