La Navidad es sinónimo de tradición; la cena navideña, los regalos en nochebuena, un buen ponche, villancicos, el árbol decorado y un sinfín de dulces tradicionales que representan la cultura gastronómica de cada país.
Es el caso de las galletas de jengibre, un dulce típicamente navideño, que se consume no solo en Europa, sino en muchos países de latinoamérica.
Hay quienes aseguran que el origen de estás galletas se consolida en China, dónde elaboraban pan de jengibre con harina de trigo, miel y a veces, condimentado con plantas aromáticas. Luego en la Edad Media, Alemania popularizó el pan y las galletas de jengibre, y las adoptó como tradición.
Sin embargo, parece que este rico dulce se lo debemos a la reina Isabel I de Inglaterra, quien obsequiaba a sus visitantes ilustres latas con galletas de jengibre, decoradas con imágenes que se parecían a ella.
Gracias a su delicioso sabor y la sencillez para prepararlas, rápidamente la tradición se extendió por toda Europa, especialmente por los países del norte. México, Perú, Ecuador y Venezuela se suman también a esta rica tradición.
El ingrediente predilecto en este postre es el jengibre, considerado un superalimento. Se ha convertido en una de las especias más saludables del planeta, por su cantidad de nutrientes y componentes bioactivos altamente beneficiosos para el cuerpo y la mente.
Su largo historial en la medicina tradicional y alternativa le otorga una gran reputación; usado para tratar problemas gripales y digestivos con mucho éxito.
La presentación de las galletas de Jenjibre es diversa, se pueden conseguir en forma de árbol de navidad, bastones, estrellas, casas y el reconocido hombre de jengibre, reproducido en personajes como "Jengi" de la película animada "Shrek".
Asimismo, existen familias que tienen como tradición un día previo a nochebuena elaborar casas de galletas o pan de jengibre decoradas, inspiradas por el famoso cuento de hadas "Hansel y Gretel", en el que los dos niños abandonados en el bosque encontraron una casa comestible hecha de pan con adornos de azúcar.
Un dato importante se centra en el tiempo que duran las galletas óptimas para su ingesta; reconocidos chefs del mundo aseguran que si la galleta se encuentra ya horneada, y es guardada en un envase hermético, pueden durar fácilmente unos 10 o 15 días. Tras los primeros 10 días comienzan a endurecerse, pero no se dañan.
Además, pueden congelarse decoradas o antes de decorar, y durarán hasta tres meses.
Receta
Existen muchas recetas para la elaboración de galletas de jengibre natural, pero la receta tradicional posee ingredientes específicos; 260 g de harina de trigo, 100 g de azúcar morena, 150 g de mantequilla, 1 cucharadita de canela, en polvo, 5 g de bicarbonato, 1 huevo y 1 cucharadita de jengibre en polvo o rallado y finalmente Sal.
Para dar inicio a su elaboración se deben mezclar bien los ingredientes secos, es decir, la harina, jengibre, bicarbonato, y la canela, en un amplio recipiente.
Luego se bate la mantequilla, que estará a temperatura ambiente, con el azúcar, hasta que se disuelva completamente. Se Incorpora el huevo, y finalmente se incorpora la mezcla de la harina con las especias.
Se debe lograr una mezcla lo más homogénea posible. Si queda excesivamente pegajosa se puede agregar algo más de harina, hasta que quede más firme y manejable.
El siguiente paso es colocar la masa en una bolsa de plástico sellable o en un recipiente de plástico hermético. Reservar en un lugar fresco, pero no en la nevera, durante al menos dos horas y máximo seis horas.
Finalmente se estira la masa directamente sobre un papel de pergamino para que no haya deformaciones cuando transfieras la masa a la bandeja del horno.
Para la elaboración de este rico dulce se pueden utilizar moldes con diversas formas y decorarlas al gusto.
Luego en una bandeja cubierta con harina y mantequilla, colocar las galletas y hornearlas por 10 minutos aproximadamente a 375° .