El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, derogó este sábado 25 de junio, el estado de excepción por “grave conmoción interna”, solicitud impulsada por la Confederación de Nacionalidades Indígenas (CONAIE), en medio de fuertes protestas a lo largo del país que ha dejado al menos 6 muertos y decenas de heridos.
Con la suscripción del decreto 461 dio por terminada la medida que regía desde el 18 de este mes en seis provincias de las veinticuatro del país sudamericano, en medio de una crisis política, económica y social sin precedentes.
A través de un comunicado de la Secretaría General de Comunicación de la Presidencia, informó que con esta decisión el Gobierno "ratifica la disposición de garantizar la generación de espacios de paz en los cuales los ecuatorianos puedan retomar paulatinamente sus actividades".
El anuncio de la derogación del estado de excepción coincide de forma paralela, con la sesión del Congreso, en la que se deliberó por ocho horas, en sesión virtual, la petición de destitución del primer mandatario y cuyo debate se espera continúe este domingo .
Esta interpelación al presidente Lasso fue promovida por el partido bancada de Unión por la Esperanza, afín al expresidente socialista Rafael Correa. Sus representantes acusaron a la administración de Lasso de la grave crisis política que vive el país desde el pasado 13 junio.
Según medios informativos ecuatorianos, la oposición logró recolectar más de 47 firmas necesarias para pedir la salida del presidente del poder.
La ley orgánica de la Asamblea obliga a que la sesión para debatir la destitución presidencial se convoque en menos de 24 horas desde la presentación de la solicitud, y que se convoque al mismo presidente para exponer sus alegaciones; las cuales realizará vía remota, ya que padece Covid-19.
Luego del debate, el Congreso tiene 72 horas para votar la continuidad del mandatario, para lo que requiere una mayoría de dos tercios, equivalente a 92 de los 137 asambleístas.
Por su parte, el primer mandatario nacional ha asegurado que el objetivo principal es un golpe de Estado en su contra. “La intención verdadera de los violentos es generar un golpe de Estado”.
Ecuador vive intensas protestas que han estado marcadas por bloqueos de carreteras y choques violentos entre la policía y los manifestantes.