Este lunes 5 de diciembre, el Foro de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), alertó al mundo sobre el gran número de niños desplazados ya que más de 37 millones de infantes se han movido de su país de origen en consecuencia a las crisis y los conflictos armados. Esto es algo que no se veía desde la Segunda Guerra Mundial.
"Cada vez más niños están expuestos a históricas sequías e inundaciones por los efectos del cambio climático", a lo que se ha sumado "la proliferación de conflictos, la inestabilidad política, las consecuencias de la pandemia de COVID-19 y los crecientes movimientos migratorios", explica el informe de Acción Humanitaria para la Infancia (HAC).
En el mismo informe, advierten de más de 400 millones de niños que actualmente viven en zonas de guerra, lo que hace que al menos 1.000 millones convivan en una “vulnerabilidad extrema”.
Para poder solucionar este problema, la agencia está solicitando 10.000 millones de euros, los cuales estarán destinados a solventar a los niños. “Pido a todos nuestros socios que refuercen la acción humanitaria urgente en un llamamiento enfocado en salvar vidas"
El director ejecutivo de la Unicef en España, José María Vera, lamenta que esto se ha estado viviendo desde el 2015, y que desde esa fecha el número de niños en problemas solo se ha multiplicado, y si a todos los problemas ya existentes se le suma la crisis vivida por el Covid-19, que solo volvió aún más frágil los sistemas de salud, significó un retroceso en todos los indicadores de pobreza así como en el proceso de vacunación a nivel mundial.
Los problemas bélicos no son los únicos inconvenientes que ven diariamente ya que a eso se le debe sumar la crisis del cambio climático como por ejemplo la sequía en el cuerno de África y las inundaciones en Pakistán hacen que las vidas de esos niños sean particularmente difíciles.
Vera, destacó que es importante que todos los niños tengan un apoyo psicosocial además de acceso al agua potable y explicó que al menos seis millones de infantes luchan contra la explotación y abuso sexual en todo el mundo.
"Somos conscientes de que lo que hacemos no es suficiente, hace falta más porque es una situación sin precedentes que nos lleva a tener que redoblar esfuerzos en lugares como Afganistán o Ucrania, pero también en zonas olvidadas que tienen las mayores brechas en su financiación"
El director general explicó que los países a los que más atención se debe prestar son Afganistán, Ucrania, Siria, República Democrática del Congo y Etiopía ya que en esas naciones ocho millones de niños menores de cinco años viven en sitios sumidos en una terrible crisis.
