Con la llegada de los talibanes al poder en 2021, la situación de las mujeres de Afganistán se deterioró drásticamente.
Según un informe de Human Rights Watch (HRW), esto se refleja en las prohibiciones que impiden la educación de las niñas, el acceso a las universidades, el trabajo y las duras reglas de libertad social.
Desde que asumieron el poder en agosto de 2021, los talibanes "han impuesto reglas y políticas que niegan a las mujeres y a las niñas sus derechos básicos y aplastan la disidencia pacífica", señaló la organización en su Informe Mundial 2023.
“Los talibanes han estado más interesados en perseguir a las mujeres y encarcelar a los periodistas que en abordar la crisis económica y humanitaria de Afganistán”, apuntó la investigadora de HRW para Afganistán, Fereshta Abbasi.
Para elaborar el informe, la Organización por los derechos humanos repasó las medidas tomadas por los fundamentalistas a lo largo de 2022, que acabaron con muchos de los logros alcanzados en las últimas dos décadas.
Uno de ellos fue abrir las escuelas, medida que rechazaron los talibanes en marzo de 2022, un compromiso que habían adquirido en 2021.
Luego en diciembre prohibieron también su ingreso en las universidades.
Asimismo, anunciaron normas que exigen que las mujeres, incluidas las presentadoras de noticias de televisión, se cubran el rostro en público y estipulan que los miembros masculinos de la familia serán castigados si las mujeres violan las normas sobre sus movimientos y vestimenta.
Violación a la libertad de expresión
El informe anual, que analiza las prácticas de derechos humanos en cerca de 100 países, se refirió también a la imposición de normas sobre la prensa independiente, que en cuestión de meses silenció a buena parte de los medios y periodistas del país.
Durante 2022 detuvieron a periodistas y personas que publicaron críticas a los talibanes en las redes sociales. También, desaparecieron por la fuerza a ex miembros de las fuerzas de seguridad y otras personas, por ser presuntos simpatizantes de grupo yihadista Estado Islámico (EI).
En la provincia afgana de Kandahar, se reportó el descubrimiento de al menos dos fosas comunes, que se cree datan de antes de la toma del poder de los talibanes, y llevó a los defensores de los derechos humanos a pedir investigaciones forenses sobre abusos pasados, aunque al finalizar el año no se había llevado a cabo ninguna", indicó el informe.
La crisis económica continuó agravándose en 2022 producto de los recortes de los donantes y las sanciones internacionales sobre el Gobierno de los talibanes, generando graves problemas de liquidez y una inflación exorbitante.
"Más del 90% de la población afgana padeció inseguridad alimentaria durante todo el año", lo que afectó especialmente a las mujeres y niñas, a las que se les impuso restricciones para trabajar.