El gobierno de Reino Unido reconoció este martes 24 de enero la desaparición de al menos 200 niños que pidieron asilo en su país.
La noticia fue confirmada por el ministro de Inmigración, Robert Jenrick quien explicó que estos 200 jóvenes en su mayoría varones provenientes de Albania y todos menores de 18 años ya no se encontraban en los alojamientos autorizados por el gobierno.
Los alojamientos son hoteles distribuidos en varias zonas del país ubicados estratégicamente para ser habitados por los niños que llegaron al país sin papeles ni representantes legales.
La cuestión toma ahora trascendencia pública pero no es nueva. En el plazo de un año y medio se denunciaron 440 desapariciones incluídos los 200 niños que siguen sin ser localizados. De ellos, 13 son menores de 16 años y sólo uno es una niña. El 88% de los jóvenes dados por desaparecidos son albaneses, los demás proceden de Afganistán, Egipto, India, Vietnam, Pakistán y Turquía.
Una fuente que supuestamente trabaja para el programa de protección de menores británico, declaró para el periódico The Observer, que hace poco docenas de niños habían sido sacados de un hotel en Brighton y metidos en autos a un destino totalmente desconocido.
“La realidad incómoda para nosotros es que si desapareciera un solo niño emparentado con alguno de los presentes en esta sala, el mundo se pararía. Pero en la comunidad que represento ha desaparecido un niño, luego desaparecieron cinco, luego desaparecieron una docena, luego desaparecieron 50 y actualmente han desaparecido 76 y no pasa nada”, afirmó el legislador Peter Kyle del partido Laborista.
Diferentes personalidades de la oposición han criticado al gobierno británico ya que desde hace meses las condiciones en las que se encuentran los migrantes son terribles por lo que piden cambios y sobre todo una gestión más transparente.
Desde hace más de un año, Reino Unido aceptó la entrada de más de 4.600 menores los cuales fueron admitidos en los hoteles pero según la portavoz laborista de Inmigración, Yvette Cooper, el gobierno hizo “una total dejación de funciones que está poniendo en peligro a los niños”.
