Los musulmanes celebran el Ramadán como el mes en el que el profeta Mahoma recibió la primera de las revelaciones que componen el Corán -texto sagrado del islam-, y durante este tiempo hacen ayuno en las horas diurnas.
Es el noveno mes del año musulmán y su comienzo está determinado por el avistamiento de la luna nueva. En 2023 está previsto que comience al atardecer del 22 de marzo y finalice el 21 de abril, informó la agencia Europanews.
Los musulmanes creen que todas las escrituras fueron reveladas a los profetas durante el mes de Ramadán: los rollos de Abraham, la Torá, los Salmos, el Evangelio y la revelación final, el Corán. Se cree que el profeta Muhammad recibió su primera revelación coránica en Laylat al-Qadr, una de las cinco noches impares de los últimos diez días del Ramadán, tras días de persistente oración y soledad.
Casi 2.000 millones de personas participarán del ayuno este año. El Islam es la segunda religión del mundo y reúne a cerca de 25% de la población mundial.
En los distintos países del mundo musulmán la palabra Ramadán se pronuncia de forma diferente. Así, según la tradición persa, el nombre del mes sagrado se pronuncia «Ramadán» en Irán, Turquía, Azerbaiyán, Pakistán e India, y «Romzan» en Bangladesh. En la Federación Rusa, «Ramadán» también se pronuncia en Tatarstán y Bashkiria, aunque ahora también se utiliza la forma fonética árabe con «d».
El ayuno es obligatorio para todos los musulmanes, hombres y mujeres, a partir de la pubertad. En algunos países, los padres animan a sus hijos a ayunar medio día a partir de los diez años para acostumbrarlos.
Planificar el menú de la mañana y de la noche es una parte especial del Ramadán para los ayunantes. Aunque las tradiciones culinarias difieren de un país a otro, los principios generales siguen siendo los mismos: comer alimentos nutritivos por la mañana, pero no pesados, e incluir frutos secos, carne y verduras por la noche.
Durante el Ramadán el creyente debe comportarse de forma honorable, mejorar y hacer buenas acciones por sus parientes y vecinos.
Se suelen intercambiar regalos y también es habitual dar limosnas. Otra costumbre consiste en ponerse ropa nueva para ese día, lo que marca una renovación espiritual.