En medio del cuidado al medio ambiente y la lucha contra el cambio climático, la Inteligencia Artificial (IA) cumple un papel fundamental.
El uso de ChatGPT, ha generado en los últimos meses gran interés y está teniendo cada vez más un papel importante en diferentes aspectos de la vida, de manera que podría ayudar a combatir crisis mundiales como la del cambio climático.
Las emisiones de gas de efecto invernadero, puede ser una herramienta valiosa, afirma David Rolnick, profesor de la Facultad de Informática de la Universidad McGill, en Cánada, y cofundador de la organización sin ánimo de lucro Climate Change AI en el medio DW.
Entre las maneras en la que funciona se encuentra:
Salvar árboles con «guardianes» de IA
La ONG Rainforest Connection utiliza sensores acústicos en los árboles para que estos «escuchen» lo que ocurre en el bosque y lo transmiten en tiempo real a una nube.
El sistema de aprendizaje automático reconoce sonidos específicos, como los de una motosierra o un camión, y envía alertas a las autoridades locales. Según se lee en el sitio web de la organización, casi 600 dispositivos «guardianes», han sido ya instalados en 35 países, de Brasil a Indonesia, y del Congo a las Filipinas.
Reducir la «huella de carbono» del acero
Gran parte procede de la extracción y el transporte de los ingredientes utilizados en el proceso de producción. a empresa estadounidense Fero Labs ha trabajado, en cooperación con cinco plantas siderúrgicas estadounidenses, en un software de optimización basado en IA, para reducir la cantidad de ingredientes extraídos hasta en un tercio.
Reducir el consumo energético de los edificios
En Hong Kong, el uso de energía en los edificios es responsable casi del 60 por ciento de las emisiones de carbono en la ciudad.
La empresa de diseño Arup ha creado una aplicación llamada Neuron, que utiliza sensores 5G y el «Internet de las Cosas” (IoT) para recopilar datos en tiempo real del sistema de gestión energética de un edificio.
El proceso se cumple cuando un algoritmo analiza estos datos y optimiza el sistema de calefacción y refrigeración, y hace también predicciones de la futura demanda de energía del edificio.
Luchar contra la caza furtiva con algoritmos
La empresa sudafricana Rouxcel Technology ha desarrollado unos brazaletes con IA, que se colocan en los tobillos de los rinocerontes, para ayudar a los equipos de conservación a localizar fácilmente a los animales y vigilar su comportamiento en tiempo real.
Así, con un algoritmo de aprendizaje automático el brazalete detecta cuando uno muestra patrones de movimientos anormales, señal que podría indicar la angustia del animal cuando hay cazadores furtivos cerca.
Agricultura inteligente
La empresa alemana Agvolution ha desarrollado un sistema de IA, que utiliza datos de sensores solares para controlar el microclima alrededor de los cultivos. Los dispositivos miden la temperatura, la humedad, la radiación y la humedad del suelo en el campo. Y estos datos son utilizados por los algoritmos para hacer recomendaciones precisas sobre el estado de las plantas e indicar la cantidad de agua y fertilizante que se debe utilizar.