Esta semana salió a la luz un ambicioso proyecto de urbanismo que levanta diversas especulaciones, luego de la gigantesca compra de terrenos en una zona agrícola en el norte de California.
Se trata de «California Forever» un prospecto idealista que pretende tener calles sin tráfico, en las que los adultos pueden salir a correr y los niños andar en bicicletas, con abundantes áreas verdes y restaurantes con terrazas.
Además contará con bosques, praderas y lagos en los que se podrá remar, pescar y admirar los atardeceres californianos.
Aparte de eso, California forever contará con viviendas asequibles, suficiente empleo para los habitantes y se establecerá un vínculo respetuoso con el medio ambiente.
«En lugar de ver a nuestros hijos marcharse, tenemos la oportunidad de construir una nueva comunidad que atraiga a nuevos empleadores, que genere puestos de trabajo locales bien remunerados, con vecindarios en los que se pueda caminar, que lidere la gestión ambiental y amplíe la base tributaria para servir al condado en general», anuncia la página web del proyecto.
Esta iniciativa la encabeza Jan Sramek, antiguo operador del megagrupo de banca de inversión y de valores Goldman Sachs, que logró reunir a los millonarios más renombrados de la industria tecnológica y financiera de EEUU.
Hasta ahora entre los inversores del proyecto se encuentran Michael Moritz, socio de la firma Sequoia Capital; Reid Hoffman, cofundador de Linkedln; Laurene Powell Jobs, viuda de Steve Jobs; John Doerr, presidente de Kleiner Perkins; los hermanos Patrick y John Collison, fundadores de de la agencia financiera Stripe; Marc Andreessen, un empresario que posee un millonario fondo de inversiones y Nat Friesman, el programador que creó Ximian, la proveedora del software libre para Linux. Estos nombres fueron develados el pasado 25 de agosto por The New York Times.
Lo único que se sabía era que una empresa había adquirido en los últimos años, unas 20.000 hectáreas de tierra agrícola entre Fairfield y Rio Vista en el condado de Solano.
«Llegaban con ofertas que cuadruplicaban, quintuplicaban lo precios del mercado, ofertas que no se podían rechazar”, le dijo a The New York Times la alcaldesa de Fairfield, Catherine Moy.
La operación de US$800 millones generó, interés, preocupación y especulación por parte de los vecinos y las autoridades.
«Sabíamos que para construir una comunidad completa y sostenible necesitábamos reunir muchas propiedades. Y la única manera de evitar una avalancha de especulación de tierras en el corto plazo era no compartir nuestros planes específicos hasta que acabáramos de adquirirlas”, señala la página web.
Sin embargo, para construir una ciudad de este tipo, primero deberán convencer a los electores para que permitan el uso urbano de esos terrenos destinados al cultivo, bajo una ley que se promulgó en 1984.
«Tras la reunión, queda claro que no tienen un plan; tienen una visión«, afirmó el congresista Thompson en un comunicado publicado en su página web el 30 de agosto.
Una de las preocupaciones del alcalde de Río Vista, Ronald Kott y sus conciudadanos, es el potencial aumento del tráfico en una autopista que ya está saturada y el suministro de agua, que en algunas zonas del condado ya presente inconvenientes de escasez.
“Todo eso supondrá una inversión grande en infraestructura, tal vez la ampliación de las carreteras, quizá la construcción de otro puente sobre el río Sacramento, o un acueducto nuevo, y eso es algo con lo que habrá que lidiar a nivel estatal”, señaló el alcalde.
El organización se ha defendido en su página web y señaló que no quieren ser parte del problema sino de la solución, y han abordado varias de las preocupaciones de los ciudadanos.
Por ahora, solo queda esperar y será el tiempo el que dirá si la proyectada ciudad perfecta por los magnates de Silicon Valley, se convierte en tal, o si pasará a engrosar la lista de proyectos utópicos fracasados, como la ciudad de alta tecnología que promovió en su momento el cofundador de Google, Larry Page.
