Las terapias basadas en aguas minero-medicinales son cada vez más populares y están ganando auge entre las personas debido a su funcionalidad como complemento de la medicina en el tratamiento de múltiples enfermedades.
Las aguas termales tienen un origen totalmente natural y poseen composiciones químicas casi imposibles de recrear artificialmente, por lo que, para sacar provecho de sus propiedades beneficiosas para la salud, deben ser utilizadas en el mismo lugar del que surgen, porque si se almacenan por mucho tiempo, podrían perder gases beneficiosos para la salud.
En la época romana, los soldados utilizaban el agua caliente para tonificar y relajar sus cuerpos al regresar de sus batallas. Estas prácticas que se volvieron frecuentes fueron trasladas a la vida cotidiana, dando origen a los primeros baños públicos de los que se tiene constancia: las termas romanas.
Desde ese momento, el interés por las propiedades curativas de las aguas medicinales ha crecido como espuma. Además, la mayoría de los manantiales se encuentran en lugares maravillosos con vistas increíbles, por lo que se pueden realizar terapias junto a unos merecidos días de turismo.
Te dejamos las siete aguas termales más prodigiosas:
Bath: paz romana – Gran Bretaña
Cuenta la leyenda que estas aguas curaron la lepra del príncipe Bladud, quien fue luego de su enfermedad, el noveno rey de los británicos, en el año 863 antes de Cristo. Hoy Bath es una de las ciudades más hermosas de Inglaterra para aquellos turistas que desean conocer la forma en la que se relajaban los romanos hace dos mil años en las termas ubicadas en el centro de la ciudad.
Budapest: capital de los balnearios – Hungría
Esta hermosa ciudad posee más de cien manantiales de aguas termales, tanto naturales como artificiales, por lo que se le conoce como la ‘Ciudad de los Balnearios’ desde 1934.
Más de 70 millones de litros de agua con temperaturas entre los 20 y los 80 grados centígrados, tienen lugar allí a diario, con miles de millones de propiedades curativas y beneficiosas.
El balneario más conocido en la capital debido a su piscina termal cubierta y enmarcada por altas columnas es el ‘Balneario Gellért’ el cual fue construido en 1918 y forma parte del Hotel Gellért, sin embargo, está abierto para todo aquel que desee conocerlo.
Bad Aussee: centro termal de Sisí Emperatriz – Austria
Es la sal del subsuelo de Ausseerland la que aporta a sus aguas termales los maravillosos efectos beneficiosos que alivian las enfermedades gastrointestinales. En Bad Aussee se encuentra uno de los balnearios más lujosos de toda Europa, el ‘Medical Health Resort Viva Mayr’, el cual tiene un concepto de salud adaptado a las necesidades individuales de cada cliente.
Pamukkale: piscinas curativas – Turquía
‘’Castillo de algodón’’ es la traducción turca de ‘pamukkale’, la cual refleja el aspecto de las innumerables piscinas de aguas termales de color turquesa contenida en roca caliza blanquecina de la zona.
Repletas de calcio, magnesio y fluoruro, un baño en estas aguas termales puede mejorar los problemas de la piel y heridas, así como evitar las arrugas, la celulitis y el acné.
Mar Muerto: propiedades salinas increíbles – Israel
Con más de 80 Km de longitud y 16 km. de ancho, este enorme lugar no tiene salida para sus aguas, procedentes del río Jordán, las cuales se evacuan sólo por evaporación. Esto, unido a su posición a 415 metros bajo el nivel del mar, lo convierte en uno de los puntos más bajos del planeta, por lo que posee ciertas características especiales.
Contiene diez veces más sal que cualquier otro mar y hasta veinte minerales diferentes. Además, el barro de sus orillas es negro por la acumulación de alquitrán y rico en vitaminas y oligoelementos.
Esta agua ayuda con los problemas circulatorios, artríticos y de la piel, principalmente la psoriasis y puede disfrutarse en el ‘Ein Gedi Kibbutz Hotel’, el cual dispone de baños termales hammam.
Secret Lagoon – Islandia
Esta laguna es la más antigua de Islandia y fue creada en 1891. Su manantial formó una piscina natural de poco más de un metro de profundidad, que posee más de un millón de litros de agua que se renuevan constantemente y se mantienen todo el año a temperaturas entre los 36 y los 41 grados centígrados.
El elevado contenido de sílice y sulfuros en estas aguas, las hacen ideales para el tratamiento de la psoriasis y los eccemas.
Baden – Suiza
La población de Baden disfruta del agua termal más rica en minerales de toda Suiza, ya que lleva almacenada entre 4.000 y 12.000 años en un lecho rocoso bajo la ciudad balnearia, por lo que contiene un alto contenido de minerales.