El país europeo, Alemania, pretende destinar a Brasil un total 200 millones de euros, lo que es equivalente a USD 217 millones, para apoyar la preservación de la Amazonia.
Se trata de una medida de cooperación, que contempla, además del Fondo Amazonía, 31 millones de euros (USD 33,6 millones) a estados amazónicos brasileños para proyectos de protección y uso sustentable de florestas.
También está previsto un préstamo de 80 millones de euros (USD 87 millones) con tasas bajas para que los agricultores reforesten sus tierras.
Estas medidas se desprendieron este lunes de la reunión entre la ministra germana de Cooperación, Svenja Schulze, y la titular brasileña de Medio Ambiente, Marina Silva en Brasilia.
«Esa relación que tenemos sobrevivió a años difíciles y ahora queremos (…) contribuir con nuestro conocimiento y poner a disposición recursos», dijo Schulze en una rueda de prensa conjunta.
El encuentro entre Schulze y Silva en la capital brasileña fue parte de los preparativos para la visita este lunes del canciller alemán, Olaf Scholz, quien fue recibido por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva en el Palacio presidencial del Planalto.
Silva y Schulze celebraron la liberación de recursos, ya anunciada por Berlín, de 35 millones de euros (USD 38 millones) para el Fondo Amazonía, dinero que será destinado a proyectos de preservación ambiental congelados desde 2019.
Alemania había interrumpido, junto con Noruega, su cooperación en ese fondo debido a la falta de compromiso con la protección de la selva amazónica, por parte del expresidente ultraderechista brasileño, Jair Bolsonaro.
Resultados de la gira
El canciller alemán Olaf Scholz se encuentra de viaje por Sudamérica en pro de nuevas alianzas estratégicas con países de la región.
Previo a la visita aseguró que “Latinoamérica posee un increíble potencial”, a esto se le suma el cambio estratégico que han tenido los polos de poder tras la pandemia.
En medio de su visita a Brasil quedó establecido el apoyo financiero a un fondo «garante de eficiencia energética» para pequeñas y medianas empresas, dos proyectos de cadenas de abastecimiento sustentable, un proyecto de consultoría para el fomento de energías renovables en la industria y transporte y, por último, el financiamiento a un proyecto de reforestación de áreas degradadas.
«Brasil es el pulmón del mundo. Si tiene problemas, todos tenemos que ayudar», dijo Schulze.
Silva dijo por su parte que Alemania está dispuesta a cooperar con Brasil, tanto «aumentando los recursos para el Fondo Amazonía» como con la «apertura de mercados para productos de base sustentable».
La ministra manifestó que parte de los recursos del Fondo Amazonía podrán ser utilizados en acciones «urgentes» de asistencia a comunidades indígenas, como en el caso de los Yanomami, en cuyo territorio el gobierno de Lula decretó la emergencia debido al aumento de casos de desnutrición y enfermedades causadas por el avance de la minería ilegal.
«Estamos buscando alianzas que nos ayuden a asegurar que Brasil cumpla con su objetivo de cumplir con sus compromisos en el Acuerdo de París, lograr la deforestación cero en 2030, y expulsar invasores de tierras indígenas para cambiar este panorama terrible y tener una agenda para el desarrollo sustentable», explicó Silva.
En su breve periplo por la región, Scholz expresó su satisfacción por la reelección de Lula y le manifestó su total compromiso a su Gobierno y a las instituciones brasileñas luego del asalto a los tres Poderes del Estado del pasado 8 de enero, según consignó la agencia AFP.
Scholz confirmó que su visita tenía por objeto abrir una «nueva era» en las relaciones bilaterales entre ambos países. Expresó que Brasil deberá jugar un rol importante en la transición hacia las energías verdes.
Algo similar le dijo a Boric, ya que Chile tiene un emprendimiento de una planta piloto de hidrógeno verde en el sur de Chile, un lugar que presenta muy buenas condiciones para contar con agua y, sobre todo, con energías eólica y solar.