¿Amputarse partes del cuerpo por elección? Conoce el «Trastorno de Identidad de la Integridad Corporal»

“Con una pierna, estoy feliz de ser lo que soy, puedo hacer cualquier cosa sin sentirme culpable por ello. No hay muchas personas tan afortunadas” cuenta Dan, un ingeniero de Wyoming (Estados Unidos) a quien le falta un miembro inferior y cuya historia fue reflejada en el documental “Whole”.

Lo particular en el caso de Dan es que la pierna que ya no tiene estaba completamente sana, y en el año 2010 logró que se la amputaran, después de una búsqueda incansable de médicos en Asia, y el pago de un honorario no identificado: “prefiero no decir” insiste.

Aunque parezca raro, el caso del ingeniero estadounidense no es aislado, y se trata de un trastorno llamado desorden de identidad de la integridad corporal, o BIID, por sus siglas en inglés. Una patología psiquiátrica en la que “la persona que lo padece sufre de una imperiosa necesidad o deseo de amputarse algunas zonas o extremidades sanas de su cuerpo”, como detalla la psicóloga Isabel Rovira Salvador, en un artículo publicado en el portal web psicología y mente.

Las razones de querer eliminar una parte del cuerpo

“Soy el hombre que finalmente se convirtió en una persona tarde en la vida. Llevo el peso de una obsesión de toda la vida, y planeé meticulosamente una lesión con un arma de fuego, y pude ser capaz de hacer… hacer eso, y sentí como si me transformara (…) me siento completo” dice un George a la cámara mientras camina con una prótesis que le permite caminar sin su pierna derecha, que él mismo hizo que le removieran después de una herida autoinfligida.

https://twitter.com/magicnitus/status/1642541532493348865

Como Dan, este hombre asegura que guardó por años la obsesión de amputarse un miembro, pero éticamente ningún médico puede remover partes del cuerpo si estas se encuentran saludables, en plenas capacidades, y no representan un riesgo de muerte para el paciente.

Aunque el BIID aún se encuentra en estudio, “concretamente, una de las principales motivaciones de este tipo de pacientes es la de poseer algún tipo de discapacidad. Pero no por motivos económicos, sino por la mera atracción que les causa vivir en este estado” explica Rovira Salvador.

La especialista asegura que es una visión extrema de quienes practican cirugía plástica para cambiar su cuerpo, con el sentimiento de que esta parte del cuerpo que desean “remover” no les pertenece.

Aunque muchas veces el objetivo de automutilarse se logra en la edad adulta, estudios señalan que el desorden se manifiesta desde muy chicos, ya sea por haber tenido algún tipo de contacto con personas amputadas, que haya desencadenado una idea recurrente distorsionada, o por motivos que aún están en investigación.

Pero para muchas personas que sufren de BIID no se trata de un mal, y sólo cuando logran su objetivo, aseguran sentirse plenos en su propio cuerpo, aunque inevitablemente desatan polémicas en su entorno.

“Estas personas son completamente sanas a nivel mental. Tienen un alto grado de inteligencia, carreras académicas y laborales… A nivel neurológico, cuando se les hacen pruebas, no se les encuentra un problema que explique al 100% su trastorno. Únicamente el daño en el lóbulo parietal derecho. Ese deseo suele aparecer en la infancia o la adolescencia, por eso se indica que suele ser cuestión del aprendizaje” dice el psicólogo Francisco Tabernero, citado por el medio Xataka.com.

Otros estudios van un poco más allá como detalla el mismo medio, quien refiere el trabajo hecho por el doctor Hyung-goo Kim, profesor asociado en genética molecular humana en la Universidad de Augusta.

El especialista cree que el BIID tiene un componente genético, y con esta teoría tomó el ADN de 38 pacientes y sus familiares para identificar una docena de variantes, pero aún no hay una conclusión concreta en relación a esta investigación.

El amargo camino del BIID

Entre la palabra desorden y trastorno hay una brecha que causa controversia. Por un lado parece evidente que es un problema psiquiátrico querer amputar una extremidad completamente sana, sin embargo para muchas personas que lo desean, conocidos como los “wannabe”, es una petición que debería ser aceptada por la federación médica, sin mayores trabas.

“No me gustaba vivir con un cuerpo de dos piernas, pero al menos no hice daño a nadie. Ahora, con una pierna, estoy feliz de ser lo que soy, puedo hacer cualquier cosa sin sentirme culpable por ello. No hay muchas personas tan afortunadas, aunque no tengan BIID” comenta Dan, coincidiendo con el testimonio de George durante el tráiler del documental Whole.

https://twitter.com/RRcarlos24/status/1610412600797401089

El ingeniero asegura que acudió a terapia, pero ninguna funcionó, al contrario se sentía cada vez más triste y avergonzado por querer deshacerse de su pierna.

Incluso va más allá e insiste en que las personas que quieran hacerlo, deben hacerlo, y propone un método para determinar qué tan en seria sería la decisión. Llama a todas las personas con BIID a que se enyesen la extremidad de la que se quieren deshacer, y si luego de una semana así quieren seguir con el plan, ahorren dinero.

Sin embargo, los expertos aseguran que estas palabras deben ser tomadas con mucho cuidado, y no se debe normalizar una decisión extrema como amputar un miembro sano: “no fuimos preparados para dañar sino para sanar, si alguien pide que le quiten un miembro completamente operativo o sano, no necesita un cirujano, necesita tratamiento psicológico o psiquiátrico” dijo José Pérez, médico cirujano y especialista en terapia cognitiva.

A pesar de las críticas, las personas con diagnóstico de trastorno de identidad de la integridad corporal siguen accediendo a quirófanos clandestinos, con el propósito de que estar “incompletos” los hagan sentir completos, por paradójico que esto parezca.

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