El príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed Bin Salman Al Saud, regalará un vehículo Rolls Royce modelo Phantom, a cada uno de los jugadores de la selección nacional de su país, oncena que derrotó a Argentina en su debut en el Mundial de Qatar.
Ya la realeza había mostrado la enorme satisfacción que les dio el inesperado triunfo 2 goles por 1 sobre la selección de Lionel Messi: decretó día festivo al día siguiente.
El lujoso vehículo tiene un precio de mercado de unos 645 mil dólares. Es un sedán enorme construido para los súper ricos, y es casi único en su clase.
Además de ser poderoso, cómodo, lujoso, costoso y exclusivo, el Phantom es uno de los autos más personalizables en producción. De hecho, es el único automóvil de producción que usa puertas de tamaño completo con bisagras invertidas.
El príncipe heredero, coloquialmente conocido por sus iniciales MBS, es el Primer Ministro de su reino, presidente del Consejo de Asuntos Económicos y de Desarrollo y presidente del Consejo de Asuntos Políticos y de Seguridad. Antes, de 2015 a 2022, fue ministro de defensa.
Cabe destacar que además de un gran fanático del fútbol, MBS es autoritario y fue acusado de planear el asesinato del periodista Jamal Khashoggi, un columnista del Washington Post que criticaba al gobierno saudí.
Costumbre de regalos lujoso
Esta no es la primera vez que la realeza saudí hace un regalo lujoso a los deportistas de su país.
En 1994, también le regalaron un auto de lujo al futbolista Saeed Al-Owairan, quien anotó un soberbio gol ante Bélgica. Este tanto es considerado una de las mejores anotaciones en la historia de los Mundiales.
Ahora, Arabia Saudita buscará pasar a octavos de final, si logra vencer a Polonia en su próximo partido en Qatar.