El presidente de Argentina Alberto Fernández quien también es el presidente por témpore de la CELAC confirmó su asistencia a la Cumbre de las Américas que se realizará en Los Ángeles del 6 al 10 de junio. Después de tomar la decisión, recibió una llamada de su par estadounidense, Joe Biden, quien le hizo una invitación a Washington para un encuentro bilateral pautado tentativamente para el 25 de julio.
Además, Gabriela Cerruti, la portavoz de la presidencia confirmó que no se realizaría el acostumbrado desayuno de trabajo de los presidentes de la CELAC el cual había sido anunciado por diversas fuentes oficiales. La justificación a todo esto fue que algunos miembros CELAC no estarán participando en la Cumbre de las Américas refiriéndose a Cuba, Nicaragua y Venezuela.
"Lo que el presidente (Alberto Fernández) está defendiendo es que no haya exclusiones en Latinoamérica", dijo la portavoz este jueves. Ratificó: "No creemos que las exclusiones sean el camino para lograr los cambios".
El gobierno argentino no quería dar una respuesta definitiva ya que dudaban si asistirían a Los Ángeles. Pulsan un cambio de postura de la Casa Blanca, lo que a la fecha no ocurrió.
Recordemos dos hechos puntuales:
- que Alberto Fernández visitó a Vladimir Putin en Rusia semanas antes de las acciones armadas en Ucrania y le ofreció que Argentina sea la puerta de entrada de Rusia en América Latina.
- Alberto Fernández era jefe de Gabinete cuando Néstor Kirchner echó a George Bush de la Cumbre de las Américas en Mar del Plata donde se sepultó el ALCA.
En la actualidad, y finalizada la incógnita de la asistencia de Fernández a la Cumbre, se ponen de relieve ahora los temas en agenda que la Casa Blanca le propone al presidente argentino: estrechar compromiso en temas regionales y globales, en particular los derechos humanos, la inseguridad alimentaria, el cambio climático, la energía, la innovación tecnológica y las cadenas de suministro críticas.
Según el medio El Economista, se espera además que el presidente Andrés Manuel López Obrador de México, asista y dirija una crítica la OEA y resalte su rechazo por no haber invitado a Cuba.