Doscientos aviones que despegarán la próxima semana del Aeropuerto de Sevilla, España, volarán propulsados con biocombustible elaborado a partir de huesos de aceituna y subproductos de la industria aceitera.
El biocombustible fue creado en la fábrica de Cepsa en La Rábida, Huelva, a partir de unas 1.500 toneladas de residuos de la molienda de aceitunas que se usaron para la preparación de aceite de oliva.
El innovador insumo podría ser una respuesta ante la contaminación ocasionada por el transporte aéreo, marítimo y el tráfico terrestre pesado.
El consejero de Energía de la Junta de Andalucía, Jorge Paradela, explicó durante la presentación del evento que el uso de estos energéticos evitará la emisión de 200 toneladas de CO2, el equivalente a 2.500 árboles, lo que supone una reducción de hasta 90% de emisiones tóxicas.
El funcionario agregó además, que aproximadamente 20% de los vuelos que saldrán de Sevilla los próximos días quemarán este combustible, que ofrece las mismas prestaciones que el tradicional SAF (por sus siglas en inglés: Sustainable Aviation Fuel) con 5% de contenido bio.
El combustible sostenible suministrado por Cepsa es suficiente para cubrir unos 400 mil kilómetros de vuelo de un Airbus mediano; es decir, unas 400-500 horas de vuelo.Para consumir este primer lote, Cepsa llegó a un acuerdo con aerolíneas como Iberia, Iberia Express, Air Nostrum, Vueling y Binter la Asociación de Líneas Aéreas, Aena o Exolum.
Carlos Barroso, presidente de Cepsa, destacó la importancia de estas alianzas en el uso de biocombustibles SAF en aviación "porque no podemos hacerlo solos".
El compromiso es iniciar en marzo próximo con los trabajos para la producción a gran escala de 800 mil toneladas anuales de SAF en las plantas de San Roque y Huelva, que estarán disponibles en 2026.
