El Banco Mundial (BM) presentó el informe “Caída de las perspectivas de crecimiento a largo plazo: tendencias, expectativas y políticas” y alertó que si la crisis bancaria se extiende podría desembocar en una desaceleración “mucho más aguda del crecimiento global”, que bajaría todavía más el límite de velocidad de la economía mundial.
“Cuando piensas en las consecuencias de estos episodios sobre el crecimiento potencial, lo que sabemos es que la desaceleración podría ser mucho más aguda”, apuntó en una conversación con medios el economista jefe del departamento de Crecimiento Equitativo, Finanzas e Instituciones, Ayhan Kose.
Aunque el informe fue elaborado antes del comienzo de la crisis desatada por la caída del Silicon Valley Bank estadounidense hace dos semanas, ya hablaba de posibles crisis bancarias sistémicas que “reducen crecimiento potencial a mediano plazo”.
“Estamos siguiendo de cerca la evolución del sector bancario. A principios de año, publicamos nuestro informe Perspectivas de la economía global y notamos que cuando las tasas de interés suben, hay consecuencias”, explicó Kose y subrayó que los períodos de rápido aumento de las tasas de interés “se han asociado con estrés financiero” que “en algunos casos se traduce en una crisis financiera absoluta”.
El informe del Banco Mundial ofrece la primera “evaluación exhaustiva” del organismo sobre las tasas de crecimiento potencial a largo plazo tras la pandemia de covid-19 y la invasión rusa de Ucrania.
“Se necesita un impulso político ambicioso para fomentar la productividad y la oferta de mano de obra, impulsar la inversión y el comercio, y aprovechar el potencial del sector de servicios”, señala el informe.
En opinión del economista jefe y vicepresidente senior de Economía del Desarrollo del Banco Mundial, Indermit Gill, “se podría estar gestando una década perdida para la economía mundial”.
“La disminución en curso en el crecimiento potencial tiene serias implicaciones para la capacidad del mundo para enfrentar la creciente variedad de desafíos exclusivos de nuestro tiempo: pobreza persistente, ingresos divergentes y cambio climático”, señaló.
Entre las recomendaciones del banco de desarrollo para los gobernantes está la formulación de políticas que controlen la inflación, garanticen la estabilidad del sector financiero y reduzcan la deuda, así como realizar un aumento de la inversión en áreas como el transporte, la energía o la agricultura “alineadas con los objetivos climáticos”.