Jair Bolsonaro, ha decidido seguir un tiempo más en suelo estadounidense, para ello ha solicitado una visa de turista de seis meses de duración; el político llegó a Estados Unidos el 30 de diciembre antes de la toma de posesión del presidente Luiz Inácio Lula da Silva, y reside en la Florida.
Su visa oficial venció el día que dejó el poder, sin embargo podía disfrutar de un período de 30 jornadas adicionales que le permiten permanecer en norteamérica.
Después de su derrota en las urnas brasileras, Bolsonaro pasó la mayor parte de su tiempo recluido en el Palacio de la Alborada e hizo muy pocas declaraciones públicas, luego impresionó a sus seguidores cuando anunció su viaje a Estados Unidos dando por entendido que no iba a estar en ningún acto protocolar para el entrega del poder a Lula Da Silva.
Bolsonaro y su hijo legislador Eduardo Bolsonaro, siempre han sostenido vínculos con los Estados Unidos, juntos han asistido en repetidas ocasiones a la Conferencia Política de Acción Conservadora del país, resaltando como los rostros internacionales del movimiento de derecha, y han estrechado lazos con sus contrapartes estadounidenses.
Desde su ida de Brasil, el político no ha especificado los motivos de su partida, y analistas han especulado que se trata de un intento de evadir un posible enjuiciamiento relacionado con varias investigaciones en curso en su contra, de que sus simpatizantes lo culpen por no haber movilizado a las fuerzas armadas, o de ser responsabilizado.
Según publicación en Folha do São Paulo; la casa en la que reside Bolsonaro en Florida es del exluchador José Aldo, una mansión que cuenta con ocho dormitorios y está ubicada en una comunidad cerrada cerca de los parques de Disney, por montos que van desde 519 dólares por día.
Su hijo días previos a la solicitud de visa de turista declaró a los medios; «No hay previsión para su regreso. Él sabrá cuando lo hace. Puede ser mañana, puede ser en unos seis meses o puede no regresar nunca. Yo no lo sé”.