El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, anunció una serie de propuestas económicas entre las que destacan la reducción del impuesto a los combustibles y la disminución -a través de varios incentivos- de los elevados precios de la gasolina.
Estas medidas se dan a cuatro meses de las elecciones presidenciales en el país carioca en las que Bolsonaro buscará un segundo mandato. Una de las principales causas de la inflación en Brasil es el alza en el precio de los combustibles, que llegó al 12,13% en apenas un año.
En una rueda de prensa en Brasilia, el presidente Bolsonaro consideró que éste es el mayor obstáculo de su actual gestión. "Sabemos lo que está ocurriendo con los combustibles, un problema con el que todos sufren, en especial los más humildes", subrayó.
Para ejecutarse, las medidas deben contar con el visto bueno del Congreso Nacional y gobiernos regionales, por lo que el primer mandatario escribió en su cuenta Twitter que "Si el problema es la pérdida de recaudación de los gobiernos regionales, ¡nosotros pagamos la cuenta!".
El ministro de Economía, Paulo Guedes, aseguró que las medidas -de ser aprobadas-, podrían costarle al gobierno cerca de 10.400 millones de dólares.
Asimismo, la medida está sujeta a la aprobación de un proyecto de ley que ya está tramitando el Congreso y de una enmienda constitucional que requiere tres quintas partes de los votos en ambas cámaras.
Los precios de los carburantes aumentan de forma considerable en el país. En el caso de la gasolina el aumento fue de 31,22% y el diésel escaló 53,58%, lo que incidió en el aumento de transporte de mercancías y personas. Estas alzas se dan en medio del actual conflicto bélico Rusia-Ucrania y de la destitución de tres presidentes de la estatal Petrobras en lo que va del mandato de Bolsonaro, iniciado en 2019.
Según un sondeo de Datafolha para las próximas elecciones presidenciales, Bolsonaro tiene 27% de las intenciones de voto, frente a un 48% del ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
