Desde el inicio de su gobierno en enero de este año, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha dado la lucha por la recuperación del Amazonía, y los resultados ya se ven plasmados.
En el primer semestre de este año, en comparación con el mismo período del anterior, disminuyó 33,6%.
Los datos fueron publicados por el Sistema de Detección de Deforestación en Tiempo Real (Deter), del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE) y fue presentada este jueves por el Ministerio del Medio Ambiente (MMA).
Los datos refieren que la Amazonía brasileña perdió 2.649 kilómetros cuadrados de cobertura vegetal entre enero y junio, lo que representa un área inferior a la de los seis primeros meses de 2022 con una afectación de 3.988 kilómetros, indica Telesur.
Una de las razones por la que se evidencia este resultado es por la reanudación de la inspección ambiental. En comparación con la primera mitad de 2022, los primeros seis meses de 2023 vieron un aumento de 348% en el número de evaluaciones, que llegó a 1.141, proceso que se había dejado de hacer durante el gobierno del ex presidente Jair Bolsonaro.
El ex presidente derechista debilitó a las autoridades ambientales, mientras que su insistencia en el desarrollo de la región amazónica tuvo eco entre los acaparadores de tierras y los agricultores que durante mucho tiempo se sintieron agraviados por las leyes ambientales, dice AP.
La deforestación va en caída
La ministra del Medio Ambiente, Marina Silva, expresó que “la deforestación estaba aumentando exponencialmente. Ahora hay una tendencia constante a la baja de la deforestación en la Amazonía”.
Afirmó, que la decisión del presidente Lula de asumir como política de Gobierno la idea de que la política ambiental es transversal, es algo intangible, pero muy potente.
«De los diez decretos del primer día de Gobierno, cinco fueron en el área de medio ambiente. No podíamos quedarnos quietos. Con las herramientas que teníamos, estábamos haciendo el trabajo”, señaló Silva.
De igual manera, João Paulo Capobianco, secretario ejecutivo del Ministerio del Medio Ambiente, dijo que “se alcanzó el objetivo de revertir la curva de crecimiento. Eso es un hecho: revertimos la curva, la deforestación no va en aumento”.
Capobianco señaló que los resultados de todo el año dependerán de unos meses difíciles por delante. Aun así, los datos son una señal alentadora para Lula, quien hizo campaña el año pasado con la promesa de frenar la tala ilegal y revertir la devastación ambiental ocurrida durante el mandato de Bolsonaro.
Se espera que en los próximos meses las cifras sigan en picada y se pueda lograr el objetivo de una recuperación completa de la zona.