El Fondo Monetario Internacional, FMI, aprobó a Chile una Línea de Crédito Flexible (LCF) de 18.500 millones de dólares, disponibles durante dos años, para “posibles escenarios adversos”.
La jefa de misión del ente en el país latinoamericano, Ana Corbacho, explicó en rueda de prensa que la posibilidad de financiamiento, responde a una “impresionante” recuperación por parte de la nación, después de la crisis del COVID19, que ubicó a la república entre las economías más sólidas de la región.
El beneficio “ofrecerá un fuerte amortiguador preventivo para proteger ante el marcado aumento de riesgos globales que se ha dado en los últimos meses” explicó la funcionaria, aclarando que hasta el momento las autoridades no han mostrado intención de usarla, y solo accederán a ella como medida de urgencia.
Para entender la apertura de línea crediticia es necesario conocer que ya en agosto pasado, el FMI indicó que Chile será por lejos el productor de cobre y litio más beneficiado con la transición a las energías limpias a nivel mundial.
De acuerdo a la entidad, el aumento de la demanda de estos metales para producir este tipo de energía más que duplicará la producción e ingresos. Para esa nueva etapa global, se necesitarán cuatro productos clave: cobre, litio, níquel y cobalto, recursos estrella de Chile.
El FMI señala además, que para el país sudamericano los aumentos en ingresos por el cobre podrían llegar hasta un promedio anual de US$70 mil millones entre 2021 y 2040 (desde menos de US$30 mil millones en 2019). Muy por arriba de Perú, el segundo productor en la lista, para el cual se estima un alza de hasta US$30 mil millones.