La Convención Constitucional de Chile aprobó el derecho de los pueblos indígenas a sus tierras en la futura Carta Magna con 106 votos a favor (de los 103 necesarios), 37 en contra y 10 abstenciones.
La histórica jornada establece el derecho de los pueblos y naciones indígenas a sus tierras, territorios y recursos e indica que el Estado deberá tener un “mecanismo preferente” de restitución de tierras a estos pueblos.
Asimismo, indica que “la propiedad de las tierras indígenas goza de especial protección” y que “el Estado establecerá instrumentos jurídicos eficaces para su catastro, regularización, demarcación, titulación, reparación y restitución”.
“La Convención Constitucional abre el camino a la solución de conflictos históricos, los despojos que hemos sufrido los pueblos originarios" ha dicho Rosa Catrileo, constituyente y representante del pueblo mapuche, la etnia más numerosa. Por su parte, Adolfo Millabur, de la misma etnia, indicó que esta votación dejó en evidencia a las tres familias (del rechazo) que tienen un millón 700 mil hectáreas en Wallmapu cuando los mapuche con suerte tienen una hectárea para vivir. Y preguntó: ¿A eso llaman ustedes privilegiados?
Se trata de la primera vez en la historia de Chile en que los pueblos originarios participan en la redacción de una Constitución, en este caso con siete constituyentes mapuche, dos aymaras y uno de cada etnia restante: diaguita, quechua, atacameño, colla, yagán, kawésqar, chango y rapa nui.
El próximo 4 de septiembre de 2022, Chile realizará el plebiscito nacional para aprobar o rechazar el texto propuesto como nueva Constitución.
Desde el 17 de mayo de 2021, 154 constituyentes trabajan a toda máquina para redactar y votar la propuesta.