Tras el golpe financiero que recibió el Silicon Valley Bank (SVB), China parece tener la manera para que este ‘’efecto contagio’’ no le impacte.
El país creará un organismo de vigilancia financiera que estará dirigido por el Partido Comunista y tendrá como objetivo el control y la supervisión directa de los asuntos financieros de la región.
Este nuevo organismo se encargará del diseño, desarrollo y vigilancia al más alto nivel para el sector financiero. Además, se creará una Comisión Central de Trabajo Financiero Independiente.
‘’Desde el punto de vista de los inversores, es poco probable que el impacto a corto plazo de la revisión de la normativa sea significativo. Promover el crecimiento es claramente la máxima prioridad de Pekín, por lo que es improbable que altere el mercado y perjudique a la economía con cambios drásticos de política’’, señaló Yan Wang, estratega jefe para China de Alpine Macro, una empresa de inversión global.
Esta creación sucede justo en el momento en que los líderes chinos luchan para brindar un nuevo y mejorado impulso a la segunda economía más grande del mundo, azotada los últimos años por la pandemia de Covid-19, una caída en el sector inmobiliario y una leve demanda externa de exportaciones del país.