El mundo digital ha revolucionado el concepto de infidelidad, creando nuevas modalidades y tipos de engaños, incluyendo infidelidades en diferido.
Tradicionalmente, la infidelidad tenía una definición clara. Sin embargo, en la era digital, su definición se ha vuelto subjetiva y personal. Ahora, lo que se considera infidelidad varía según cada individuo y relación.
Estudio en México
Un estudio de 2020 sobre infidelidad en México, realizado por DIVE Marketing para Gleeden, divide la infidelidad en tres categorías: física, digital y emocional. Los actos de infidelidad digital más dolorosos para los mexicanos incluyen recibir y/o enviar fotos sugerentes (83%), usar aplicaciones de citas (82%) y coquetear en línea (78%).
Tecnología y sospechas
En el pasado, la infidelidad requería riesgo y presencia física. Hoy, puede realizarse de manera anónima y virtual, incluso sin consumar el acto. La simple intención, como registrarse en una app de citas, puede considerarse infidelidad.
Opiniones de expertos
Miren Larrazabal, psicóloga y sexóloga, señala que cada pareja define la infidelidad según sus propias reglas. El mundo digital ha multiplicado las formas de infidelidad y ha hecho que muchas personas se sientan seguras en relaciones a distancia.
No hay riesgo de ITS, se puede mantener el anonimato y es fácil terminar la relación en cualquier momento.
Efectos secundarios
El principal efecto secundario de la infidelidad es la pérdida de confianza. Según Raúl González Castellanos, la infidelidad digital puede ser tan dolorosa como la física.
Muchas personas consideran infidelidad el consumo de pornografía, registrarse en apps de citas o revisar las redes sociales de ex parejas.
Control y privacidad
La infidelidad digital ha llevado a comportamientos controladores en parejas jóvenes. Gloria Arancibia Clavel, psicóloga y sexóloga, explica que muchos jóvenes exigen acceso a los correos electrónicos, mensajes de WhatsApp y contraseñas de sus parejas, confundiendo privacidad con desamor.
Términos nuevos
Han surgido términos como «Facebook infidelity» y «ciberinfidelidad». Jean-Claude Kaufmann y Cheri Jo Pascoe destacan cómo la presencia digital y la frecuencia de los mensajes se han convertido en indicadores del amor o desamor en las relaciones.
Hipervigilancia
La infidelidad digital puede llevar a una hipervigilancia extrema en las parejas, utilizando dispositivos para localizar a la pareja y limitando el uso de redes sociales y dispositivos electrónicos.
Larrazabal advierte que la confianza no puede recuperarse con hipervigilancia, sino desde otros niveles.
Motivos de la infidelidad digital
Muchos coquetean en línea no para ser infieles, sino para mejorar su autoestima o buscar nuevas experiencias. El perfil del infiel digital suele ser alguien con baja autoestima que busca refuerzos instantáneos.
Aunque el sexo es cada vez menos frecuente, las mentiras relacionadas con la infidelidad digital permanecen, afectando la confianza y la estabilidad de las relaciones.
Fuente: El País