El presidente de Colombia, Gustavo Petro, presentó este lunes al Congreso de ese país su Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2022-2026, en el que detalla la hoja de ruta para los próximos cuatro años de su Gobierno.
El proyecto es de más de 200 páginas y de 300 artículos, y el eje transversal es la paz total, acuerdo que impulsa el mandatario con todas las organizaciones subversivas, con el fin de deponer las armas.
También contempla estos pilares fundamentales: ordenamiento del territorio alrededor del agua, seguridad humana y justicia social, derecho humano a la alimentación, internacionalización, convergencia regional y economía productiva para la vida y la acción climática.
La elaboración de este plan contó con la participación de varios organismos responsables del presupuesto nacional, en total, la puesta en marcha de esta iniciativa será superior a los 2.000 millones de dólares, además de las comunidades que integraron las 1.800 mesas por todo el país, para incorporar las sugerencias de la población.
El documento, denominado “Colombia, potencia mundial de la vida”, señala que el objetivo es fortalecer la democracia y «asegurar que todas las personas puedan ejercer sus derechos desde la oportunidad de participar en el diseño, ejecución, evaluación y cambio de las decisiones que harán sabrosa su existencia».
«La justicia social y la justicia ambiental son la base para que Colombia sea una potencia mundial de la vida», afirmó el mandatario durante la radicación del plan.
Entre las metas a corto plazo que tiene el proyecto está la reducción de la pobreza multidimensional en un rango de 9,5% y 11,5%, el incremento de la tasa en educación superior hasta un 62%, y disminuir la mortalidad infantil por desnutrición hasta 3,37%.
La aprobación del Plan Nacional de Desarrollo
La Constitución colombiana establece que cada Administración elabora su propio Plan Nacional de Desarrollo, el objetivo es centralizar en un solo documento las normativas para llevar a cabo los programas diseñados sin tantas trabas burocráticas.
Ahora, el Congreso de ese país tendrá cuatro meses para aprobar el proyecto presentado por el jefe de Estado. En una primera fase, se sesionará el documento entre ambas cámaras y el organismo debe pronunciarse, a más tardar el próximo 23 de marzo.
Ya aprobado, el texto se sesionará nuevamente en la Cámara de Representantes y del Senado y 45 días después de debate se deben pronunciar con la aprobación o no del proyecto.
Si para el 6 de mayo no hay respuesta, el presidente puede aprobar el documento mediante decreto.