Hay días en los que llegas a la oficina, te pones a trabajar y te sientes con poca energía y hay otras jornadas en los que sientes la productividad a millón, muy arriba de ánimo y con la concentración necesaria para cumplir todas las tareas, ¿Cuál es ese día más productivo de la semana?
Según una investigación realizada por Canon y OnePoll, los lunes son los días donde se encuentran los momentos más productivos de la semana laboral. De acuerdo a la encuesta, el 46% de los 2000 empleados que respondieron las preguntas, dijo que prefiere trabajar desde la oficina que quedarse en sus hogares.
No importa el lugar en el que trabajen, el 65% de los encuestados contó que sus habilidades comunicacionales mejoraron desde que trabajan en un entorno ‘’mixto’’ y repleto de personas con las que interactuar e iniciar ‘’con todo la semana’’.
Sin embargo, nueve de cada 10 empleados aún ven difícil comunicarse en el trabajo, por lo que casi dos tercios de los encuestados prefieren quedarse en casa, donde no necesitan interactuar con alguien.
Aunque no parezca, los lunes son los días en los que empezamos con energías renovadas tras un fin de semana relajado. Además, este inicio nos transporta al comienzo de una semana llena de incógnitas y nuevas eventualidades, por lo que esta sensación provoca en muchas personas la felicidad y la fuerza de iniciar con el pie derecho.
Además, la cultura y la herencia social nos han enseñado que es más fácil hacer las cosas el lunes que el jueves, ¿no?. Todos hemos dicho alguna vez: ‘’comienzo a hacerlo el lunes’’ pero muy poco hemos escuchado alguien que diga: ‘’iniciaré el miércoles o jueves’’.
En cambio, los viernes son los días menos productivos al estar tan cerca de un merecido fin de semana. Tras una larga semana laboral, es evidente el cansancio en cada trabajador por estar en la oficina durante cinco días continuos, por lo que, durante el viernes, pensamos en la hora de salida y los planes de fin de semana.
A raíz de estas investigaciones, hay empresas que están planteando acotar la carga horaria en una semana laboral de cuatro días. Y es que, en Nueva Zelanda, Holanda y Suecia, el método ya está dando sus frutos, haciendo que los trabajadores sean más productivos y estén más motivados.