Este jueves empezó la XIV Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), en la que el presidente del gigante asiático, Xi Jinping -quien es anfitrión de la reunión- impulsó el multilateralismo y la “desdolarización”.
Desde que China asumió la presidencia pro témpore del bloque -en enero pasado- empezó a impulsar la necesidad de consolidar la estabilidad en las relaciones internacionales, no solo entre sus miembros.
La apuesta del mandatario chino es crear nuevos sistemas de intercambio para avanzar en una economía más abierta de cara a la nueva realidad mundial.
Además de ello, la ampliación del número de miembros del grupo para buscar un “desarrollo global sustentable hacia 2030”, según ha dicho.
De hecho en esta ocasión, a los presidentes de los países miembros, también se suman doce mandatarios “extra bloque” invitados a la cita, entre los que destacan Argentina, Indonesia, Egipto, Kazajistán, Senegal, Tailandia y Argelia.
Durante su saludo inicial, el presidente ruso, Vladimir Putin anunció que desde el grupo trabajan en la creación de una moneda de reserva internacional basada en su canasta de monedas.
También alertó sobre los problemas de la economía mundial los cuales considera se están volviendo crónicos por las acciones de Occidente.
“Hay una ruptura deliberada de los lazos de cooperación, las cadenas de transporte y logística están colapsando. Y todo esto contradice el sentido común y la lógica económica elemental”, subrayó.
Aprovechó su intervención para subrayar que la estrategia rusa no cambia: trabajar abiertamente con todos sobre los principios de respeto a los intereses mutuos.
No es un dato menor que previo a esta cumbre, los mandatarios de China y Rusia participaron de un foro empresarial (también desarrollado en China) y condenaron las políticas de sanciones económicas unilaterales impuestas por «potencias de Occidente».
“Terminan repercutiendo en todo el mundo”, concluyeron.