La FIFA desestimó la denuncia interpuesta por la Asociación Nacional de Fútbol Profesional de Chile contra la Federación Ecuatoriana de Fútbol por la posible falsificación de identidad del futbolista Byron Castillo.
La Comisión Disciplinaria de la FIFA, decidió que “desestima todos los cargos en contra de la Federación Ecuatoriana de Fútbol” y que “el procedimiento disciplinario iniciado en contra de la Federación Ecuatoriana de Fútbol se declara cerrado mediante la presente”.
Los encargados de tomar la decisión en el fallo fueron el ghanés Anin Yeboah, el austriaco Thomas Hollerer y Mark Wade, presidente de la Asociación de Fútbol de Bermudas.
Según la Federación chilena, el jugador Byron Moreno falsificó sus documentos de identidad para acreditarse como ciudadano ecuatoriano y jugar con la selección de fútbol, cuando en realidad era colombiano. Según las normas de la FIFA: “Las federaciones serán responsables de alinear solo a jugadores que cumplan con los requisitos establecidos”. De no ser así, “deberán asumir las consecuencias estipuladas en el Código Disciplinario de la FIFA”.
La defensa ecuatoriana sostuvo la inconsistencia de la partida de bautismo e informe de registro presentada como prueba por la Federación chilena y se limitó a emitir opinión con respecto al caso: “No tenemos comentarios. Todo está en la FIFA, el resto sigue siendo un circo. Si hay algo que no está en la denuncia, entonces no existe en el proceso”, dijo Carlos Manzur, vicepresidente de la Federación Ecuatoriana de Fútbol, en el programa ecuatoriano El Deportivo.
En caso de haberse comprobado la falsificación del documento de identidad, la Selección de Ecuador hubiese visto comprometida su participación en el Mundial de Qatar 2022 y los equipos que estaban abajo en la clasificación ascenderían un puesto, de tal modo, que Perú quedaría cuarto; Colombia, quinto; y Chile, sexto.
Eduardo Carlezzo, abogado de la Federación de Fútbol de Chile había anunciado que, en caso de tener un fallo adverso, recurriría a la presentación de un recurso ante la Cámara de Apelaciones y después, ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS).