Un avión de vigilancia del ejército de Canadá detectó sonidos submarinos durante la intensa búsqueda de un sumergible que desapareció en el Atlántico Norte con cinco personas a bordo mientras se dirigía al lugar del naufragio del Titanic, en una zona remota.
Aunque el comunicado de la Guardia Costera de Estados Unidos no especificó la causa de los sonidos, ofreció una esperanza para los desaparecidos a bordo del submarino, ya que se estima que todavía podrían tener oxígeno para un día si el submarino sigue funcionando.
Sin embargo, aún persisten incertidumbres sobre cómo los equipos podrían llegar a la embarcación perdida, que se encuentra a una profundidad de aproximadamente 3.800 metros (12.500 pies), cerca del lugar donde descansa el icónico transatlántico. Se han descubierto recientemente advertencias importantes sobre la seguridad del submarino antes de su desaparición.
Tripulantes del submarino desaparecido en el Atlántico
A bordo del submarino Titan se encontraba el piloto Stockton Rush, CEO de OceanGate, la empresa organizadora de la expedición. También estaban a bordo un aventurero británico, dos miembros de una familia de empresarios paquistaníes y un experto en el Titanic.
La Guardia Costera informó a través de Twitter que un avión de patrulla marítima canadiense, el P-3 Orion, había detectado sonidos submarinos en el área de búsqueda. Posteriormente, se desplegó un robot submarino en esa zona, pero hasta el momento no se han obtenido resultados positivos en las búsquedas.
Los datos recopilados por el avión P-3 han sido compartidos con expertos de la Armada estadounidense para un análisis más detallado, el cual se tendrá en cuenta en futuros planes de búsqueda, según los guardacostas.
La revista Rolling Stone informó, citando correos electrónicos internos del Departamento de Seguridad Nacional sobre la búsqueda, que los equipos escucharon «ruidos de golpes en el área cada 30 minutos».
En situaciones de desastres submarinos, cuando la tripulación no puede comunicarse con la superficie, suelen golpear el casco del submarino para ser detectados por el sonar. Sin embargo, hasta el momento ningún funcionario ha sugerido públicamente que este sea el caso, y los ruidos podrían tener diversas fuentes.
Estos informes han generado esperanza en algunos, como Richard Garriott de Cayeux, presidente de The Explorers Club. En una carta abierta a los miembros aventureros de su club, incluyendo al británico y al experto en el Titanic que viajaban en el Titan, expresó que ahora tenía «mucha más confianza» después de hablar con funcionarios del Congreso, del ejército estadounidense y de la Casa Blanca sobre la operación de búsqueda.
En el marco del operativo, se han utilizado tres aviones de transporte C-17 del ejército estadounidense para trasladar sumergibles comerciales y equipos de apoyo desde Buffalo, Nueva York, hasta San Juan, Terranova, Canadá, donde se lleva a cabo la búsqueda, según informó un portavoz del Mando de Movilidad Aérea estadounidense.
El ejército canadiense también ha movilizado un avión de patrulla y dos buques, uno de ellos especializado en medicina submarina. Asimismo, se han desplegado boyas de sonar para detectar posibles sonidos provenientes del Titan.
Temor de quedarse sin oxígeno
Los rescatistas están trabajando contrarreloj, ya que incluso en el mejor de los escenarios, el sumergible Titan podría quedarse sin oxígeno el jueves por la mañana.
Además de la colaboración de barcos y aviones internacionales, se ha puesto en marcha un robot submarino para buscar en las cercanías del Titanic, y se está presionando para enviar equipos de rescate al lugar en caso de que aparezca el submarino.
Las autoridades informaron que el sumergible de fibra de carbono desapareció el domingo por la noche, lo que desencadenó la búsqueda en aguas ubicadas a unos 700 kilómetros (435 millas) al sur de San Juan.
Según David Concannon, asesor de OceanGate Expeditions, que supervisó la misión, el submarino tenía oxígeno para cuatro días cuando partió alrededor de las 06:00 horas del domingo. El periodista de CBS News David Pogue, quien viajó al Titanic a bordo del Titan el año pasado, explicó que el vehículo utiliza dos sistemas de comunicación: mensajes de texto con un barco en la superficie y señales de seguridad emitidas cada 15 minutos para indicar que sigue funcionando.
Ambos sistemas dejaron de funcionar aproximadamente una hora y 45 minutos después de la inmersión. Pogue señaló a CBC que esto podría significar dos cosas: que perdieron toda la energía o que se produjo una grieta y el submarino implosionó de inmediato. Ambas posibilidades son desalentadoras.
El submarino Titan cuenta con siete sistemas de reserva para regresar a la superficie, que incluyen sacos de arena, tubos de plomo y un globo inflable. Uno de los sistemas está diseñado para funcionar incluso si todos los pasajeros están inconscientes, según explicó Pogue.
Advertencia no escuchada que podría haber desencadenado la tragedia
Además, se han revelado documentos que indican que OceanGate fue advertida de que la embarcación experimental podría tener problemas de seguridad catastróficos debido a la forma en que se probó y a la falta de una revisión realizada por un experto independiente.
En una demanda presentada en 2018, David Lochridge, director de operaciones marítimas de OceanGate, afirmó que las pruebas y certificaciones de la empresa eran insuficientes y que exponían a los pasajeros a un posible peligro extremo en un submarino experimental.
Por su parte, la empresa afirmó que Lochridge no es ingeniero y que no fue contratado ni encargado de realizar servicios de ingeniería en el Titan.
En el mismo año, la Marine Technology Society, un grupo profesional de educadores, legisladores, tecnólogos e ingenieros oceánicos, emitió una advertencia en una carta dirigida a Rush.
En ella, se indicaba que era crucial que la compañía sometiera su prototipo a pruebas supervisadas por un experto independiente antes de ponerlo en funcionamiento para garantizar la seguridad de los pasajeros. Estos documentos fueron reportados inicialmente por The New York Times.
La búsqueda ha captado la atención a nivel internacional. En Dubái, donde reside el aventurero británico Hamish Harding, el príncipe heredero Hamadan bin Mohammed Al Maktoum escribió: «Dubái y su gente rezan por su seguridad y su esperado regreso a casa».
Entre los pasajeros desaparecidos también se encuentran los paquistaníes Shahzada Dawood y su hijo Suleman, cuya empresa homónima tiene inversiones en todo el país. En la ciudad portuaria de Karachi, los trabajadores de sus empresas manifestaron que rezan por su regreso, al igual que los funcionarios gubernamentales.
El explorador francés y experto en el Titanic, Paul-Henry Nargeolet, completaba la tripulación del submarino desaparecido.
Con información de AP