La celebración del Día Mundial del Reciclaje es la oportunidad para reflexionar acerca de cómo podemos manejar de manera apropiada el tema de la basura que generamos, sobre todo el uso del plástico y de componentes eléctricos.
Estadísticas del Banco Mundial (BM), resaltan que en Latinoamérica se generan 430.000 toneladas de desechos diariamente, lo que se traduce que cada persona genera en promedio entre uno y catorce kilos de basura al día.
En este sentido, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), destaca que en la región no existen programas de reciclaje efectivos, lo que contribuye al calentamiento global y al efecto invernadero.
El BID informa que si los desechos se separaran adecuadamente en centros especializados se podría reciclar hasta un 92% de la basura.
En años anteriores se alertaba sobre el uso desproporcionado del plástico, que tarda años en descomponerse y que la mayoría de estos desechos terminaban en los océanos, afectando todo el ecosistema marino. A eso debemos agregarle los componentes eléctricos, que solo entre el 2010 y 2019 su consumo en la región aumentó un 49%, cifra cercana a la media mundial.
Sin embargo, su tasa de recolección de desechos de manera efectiva llegó al 2,7% mientras que a escala global alcanzó un 17,4%.
Estos datos están dentro del informe presentado por la Universidad de las Naciones Unidas y el Instituto de las Naciones Unidas para la Formación y la Investigación. La muestra se realizó en 13 países: Argentina, Bolivia, Chile, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Perú, Uruguay y Venezuela.
Expertos en el área medioambiental alertan que la basura electrónica es la de mayor amenaza para el desarrollo sostenible y el medioambiente en la actualidad, ya que muchos de estos dispositivos contienen sustancias tóxicas como mercurio, cadmio, retardantes de llama bromados (BFR), clorofluorocarbonos (CFC) o hidroclorofluorocarburos (HCFC).
Sin embargo, existen iniciativas como la Red Latinoamericana y del Caribe de Recicladores, que agrupa a diversas organizaciones de recicladores en la región, a optimizar la selección, clasificación y recuperación de los residuos reciclables.
Estas iniciativas son emprendimientos propios de pequeñas comunidades organizadas y su esfuerzo en aprovechar estos recursos de residuos reciclables va a paso lento.
Una de las razones de la lentitud en la expansión de esta red, recae en que cada país tiene legislaciones distintas en el tema.
Viendo el impacto ambiental en algunas regiones, varios gobiernos latinoamericanos están implementado diversas campañas para fortalecer la cultura del reciclaje. Por ejemplo, el Ministerio de Salud de Costa Rica lanzó la campaña llamada “ecolones”, cuyo objetivo es fomentar el reciclaje entre la población a través de incentivos o “puntos” que se cargan a una cuenta virtual: estos puntos pueden ser cambiados en cines, farmacias y supermercados.
También Chile impulsó un proyecto de ley para prohibir las bolsas plásticas en todos los comercios del país.
