Un funcionario del Gobierno de Estados Unidos, no identificado por la prensa internacional -que tomó sus “declaraciones”- dijo que el gobierno norteamericano estudia cómo incluir a Cuba y Venezuela en la Cumbre de las Américas, que se realizará en Los Ángeles, California.
“El primer tramo de invitaciones para la Cumbre de las Américas salió la semana pasada. Todavía estamos evaluando opciones sobre cómo incorporar mejor las voces de los pueblos cubano, venezolano y nicaragüense en el proceso de la cumbre”, afirmó el funcionario del gobierno de Joe Biden citado por AFP.
Algunos países no serían invitados
El pasado 3 de mayo, el jefe de la diplomacia estadounidense para la región, Brian Nichols, dijo que Estados Unidos no invitará a Cuba, Nicaragua y Venezuela a la Cumbre de las Américas.
"En un momento clave en nuestro hemisferio, estamos enfrentando muchos retos para la democracia" y Cuba, Nicaragua y Venezuela "no respetan la Carta Democrática de las Américas y por lo tanto no espero su presencia", declaró Nichols en una entrevista a la cadena NTN24.
Ante esta información, Cuba reaccionó diciendo que Estados Unidos la excluyó de los preparativos para la cumbre y lo calificó como "retroceso histórico" del gobierno de Biden.
Varios mandatarios han preferido no ir
Hace una semana, el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, señaló que no estaba interesado en asistir. “Ir a esa cumbre nos embarra, nos ensucia, es un encuentro para la alienación”, sentenció durante un acto público.
Por su parte, el mandatario de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo hace algunos días que no irá a Los Ángeles “si no se invita a todos” los presidentes de la región según reporta la web de Gestión.
Sus pares de Bolivia, Luis Arce; de Honduras, Xiomara Castro; y de Argentina, Alberto Fernández; así como líderes de la Comunidad del Caribe (Caricom), que reúne a 14 países, también pusieron en duda su participación, dadas las exclusiones que se estaban generando por parte de Washington.
Chile no condicionó su asistencia, pero pidió que la convocatoria fuera “lo más amplia posible” mientras que Argentina puso en duda su participación.
La novena reunión hemisférica que Estados Unidos organiza por primera vez desde la cita inaugural en 1994, se realizará del 6 al 10 de junio.
