Este domingo la reconocida modelo canaria, Joana Sanz, visitó por primera vez a su esposo, Dani Alves, en la prisión Brians 2 de Barcelona.
“No le voy a dejar solo en el peor momento de su vida”, declaró la modelo a varios medios de comunicación cuando salía de la prisión.
En los últimos días se rumoreó que Alves le había negado un encuentro cara a cara, y por eso no había ido a visitarlo anteriormente. Sin embargo, Sanz negó rotundamente esta acusación: “Eso es mentira”.
Según ‘El programa de Ana Rosa’, la canaria le habría pedido el divorcio al futbolista brasileño, mientras borraba al mismo tiempo todas las fotos junto a su marido de las redes sociales, salvo aquellas con las que habían contraído compromisos comerciales.
Desde el pasado 20 de enero el futbolista cumple prisión preventiva sin derecho a fianza por la presunta agresión sexual a una joven en una discoteca de Barcelona.
Las inconsistentes y variables declaraciones de Alves, hicieron que la justicia determinara la prisión sin fianza con el objetivo de evitar que se escapara del país y evadiera su situación legal.
Al inicio, Sanz defendió a su marido señalando: “yo sé quién es mi marido y lo respetuoso que es”; luego de que surgiera una versión que señalaba a la presunta víctima de querer aprovecharse de la fama del brasileñó para obtener rédito económico.
Ante estas acusaciones, la agraviada renunció a una posible indemnización que pudiera obtener en caso de prosperar las acusaciones, ya que su único objetivo es hacer justicia, según dijo.
Este golpe para la esposa de Dani Alves se suma a la pérdida de su madre, que acaeció hace pocos días. «He perdido los únicos dos pilares de mi vida» declaró Sanz en sus redes sociales.