Luego del cierre del grifo del gas ruso a Europa, el combustible alcanzó una cotización de hasta 284 euros por megavatio hora (MWh), promediando un incremento de 30%, pero la curva descendió y se estableció en 265 euros por MWh es decir, 24% de aumento con respecto a la cotización del día anterior.
Sin embargo, algunos países presentan unos picos importantes: Alemania 357,5 euros por MWh, Francia 435,8 euros por MWh y en Italia 464,1 euros por MWh. Este valor es cercano a los 3 mil dólares por 1.000 metros cúbicos.
La reacción se produjo porque Gazprom interrumpió hasta nuevo aviso el suministro de gas natural a través del gasoducto Nord Stream 1.
Recordemos que el pasado 02 de septiembre la empresa informó que durante el mantenimiento de la última unidad de compresión de gas en funcionamiento de Nord Stream, se detectaron fugas de aceite y hasta que no se corrija, se ve obligado a detener completamente el transporte de gas a través del gasoducto.
Entonces, los menores flujos de gas de Rusia –desde antes y durante la invasión a Ucrania iniciada el pasado febrero- llevan meses haciendo subir los precios en Europa no solo de este producto sino también de la electricidad.
Por tal razón, Bruselas sopesa un tope al precio del gas ruso solo para Alemania y los socios del este.
La medida que baraja la Comisión supondría limitar el importe de la energía consumida en esos países para todos los fines, no solo para la generación de electricidad.
Mientras Europa acusa a Rusia de utilizar los suministros de energía como un arma de guerra, Moscú alude problemas técnicos como los causantes de los cortes.
Analistas consideran que los planes de contingencia ya en marcha -como reducir el consumo de gas en Europa en 15% hasta la primavera- no son suficientes.
