Neuralink, la empresa de Elon Musk especializada en el desarrollo de interfaces cerebro-computadora, está bajo investigación federal por maltrato animal.
Los agentes federales de Estados Unidos (EEUU) están investigando una posible violación al bienestar animal por parte de Neuralink. Se trata de una investigación que inició en septiembre el Inspector General del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA).
La misma comenzó luego de que salieran a la luz pública, documentos internos con quejas del personal, sobre el hecho de que sus pruebas con animales se están acelerando, causando sufrimiento y muertes innecesarias.
La empresa desarrolla un implante cerebral que espera ayude a las personas paralizadas a caminar de nuevo y curar otras dolencias neurológicas. Aunque este proyecto es considerado uno de los más novedosos en su campo, los empleados aseguran que el trato hacia los animales no es el correcto.
Según el informe, reseñado por Reuters, las pruebas de Neuralink han matado a alrededor de 1.500 animales, incluidos casi 300 ovejas, cerdos y monos, desde 2018.
La normativa estadounidense no especifica el número de animales que las empresas pueden utilizar para la investigación, y da un amplio margen de maniobra a los científicos para determinar cuándo y cómo utilizar animales en los experimentos.
Lo que más ha llamado la atención de los investigadores es que no hay registros oficiales de la compañía, lo que se conoce es un aproximado del conteo que llevan los trabajadores.
Sin embargo, los documentos de la empresa incluyen mensajes, grabaciones de audio, correos electrónicos, presentaciones e informes que no habían sido divulgados anteriormente.
La semana pasada, en el último evento de reclutamiento «show and tell» de Neuralink, Musk dijo que la compañía planea comenzar los ensayos en humanos de su chip cerebral implantable en los próximos seis meses.
Hasta el momento ni Musk ni representantes de la empresa se han pronunciado sobre el caso.
