El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se presentó este miércoles en la sede principal de la Policía Federal para declarar en el marco de la investigación sobre los actos golpistas ocurridos a principios de enero, en contra del recién nombrado Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva.
Bolsonaro arribó a la sede policial en Brasilia junto a sus abogados, sin ofrecer declaraciones a la prensa.
El Supremo Tribunal Federal (STF) requirió las declaraciones del exmandatario, luego de una solicitud del Ministerio Público, que investiga determinar las responsabilidades en los actos vandálicos en que cientos de activistas de ultraderecha asaltaron las sedes de la Presidencia, del Congreso Nacional y la Corte Suprema.
Esta información fue confirmada por el ministro y relator de la investigación en la Corte Suprema, Alexandre de Moraes. A su juicio, esta audiencia en la que estará presente Bolsonaro es una medida indispensable para el completo esclarecimiento de los hechos investigados.
A pesar de que Bolsonaro – siendo aún presidente- viajó a finales de diciembre a Estados Unidos para evitar entregarle la banda presidencial en la investidura de Lula, es investigado por el Supremo para determinar su responsabilidad en los actos vandálicos de enero.
Los peritos buscan determinar sí el ex jefe de Estado planificó o participó desde EEUU los ataques de los bolsonaristas a los poderes públicos.
Incluso Bolsonaro avaló a los grupos que permanecieron dos meses acampados a las puertas de los cuarteles del Ejército pidiendo que se perpetrara un golpe de Estado contra el Gobierno de Lula.
El político de la extrema derecha ha declarado en diversas ocasiones que las elecciones presidenciales fueron manipuladas, sin embargo, hasta la fecha, no ha presentado documentos que sustenten esta afirmación.
Tras los ataques de los poderes públicos, más de 2.151 personas fueron detenidas, de las cuales unas 300 permanecen en custodia de la policía.