Pese a que la inflación golpea de manera importante la economía de Estados Unidos -en mayo fue de 8,6 %, la más alta de los últimos 40 años- el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, aseguró ante el Congreso que la economía norteamericana puede resistir una política monetaria más severa.
En su comparecencia bianual ante el Parlamento, Powell aseveró que está fielmente comprometido a disminuir la inflación de manera expedita; sin embargo, admitió el riesgo de “nuevas sorpresas con la inflación”.
Según publicó El País, el presidente de la Reserva Federal destacó que así es la economía, muy cambiante, al igual que la inflación, tratando de justificar la crisis que vive el país estadounidense.
Reiteró que, pese a los cambios, la economía de Estados Unidos aún es muy fuerte y puede aguantar una política monetaria más dura y seguirá subiendo los tipos de interés.
“La elaboración de una política monetaria adecuada en este entorno incierto exige reconocer que la economía suele evolucionar de forma inesperada”, señaló Powell.
Más adelante, en su intervención ante el Congreso, reconoció que una recesión podría estar en puerta y que, efectivamente, el destino de la economía de esa nación es incierto; pero luego enfatizó que la Reserva no está intentando provocar una recesión porque considera que no es necesario.
Así mismo, reconoció que la elevada inflación ha generado preocupación en la población y muchas dificultades, pero que están haciendo todo lo que está en sus manos para tratar de frenar esta situación. Expresó que la Reserva Federal tiene todos los mecanismos para resolver la situación, aunque no dijo cuáles.
Destacó que, pese a presuntamente tener las soluciones, “hay riesgo incluso de que ocurra lo contrario, que la actividad deje de crecer, pero los precios no se contengan y la economía entre en una fase de estanflación”.
Una de las alternativas, según mencionó, es que el Congreso suspenda el impuesto federal a los combustibles por tres meses (de julio a septiembre), solicitud que les ha hecho el presidente Joe Biden, este 22 de junio.
Ese impuesto es de 18 centavos por galón, es decir, unos 5 centavos por litro, en el caso de la gasolina y de 24 centavos por galón para el gasóleo.
Se estaría hablando entonces de una rebaja del 4% en comparación con la subida del 60%, unos dos dólares que han subido esos precios el último año, destacó el diario español.
