La película de Christian Bale “Exodus: Dioses y reyes” -con Ridley Scott como director- no solo fue negativamente citada por el público y los críticos, sino que Emiratos Árabes, Egipto y Marruecos, directamente la prohibieron “por sus ofensas e inexactitudes religiosas”.
Recordemos que desde el primer momento se enfrentó a las críticas de aquellos que temían que no fuese bíblicamente precisa.
Sin embargo, Scott aseguró en una entrevista reciente que él solo iba a centrarse en las causas naturales de los milagros y para el papel principal contó con Christian Bale, que también dejó su granito de arena para la polémica: «Creo que Moisés era esquizofrénico y uno de los personajes más bárbaros sobre los que he leído en mi vida».
El ambiente, por tanto, ya estaba caldeado cuando la película se estrenó, pero lo que Scott no esperaba era que varios países prohibieran su proyección.
La película está ambientada en Egipto alrededor del año 1300 AC. Moisés fue enviado al desierto por su confidente más cercano, el faraón Rhamses (Joel Edgerton) por ser de ascendencia hebrea para liberar al pueblo egipcio de cientos de años de cautiverio como esclavo y, para ello, debe convertirse en un líder listo para la batalla.
El hecho de que Ridley Scott se decantara por las causas naturales que pudieron provocar esos relatos bíblicos no gustó nada a los gobiernos de Egipto y Emiratos Árabes Unidos. Como declaró el departamento público de la censura egipcio, la película contiene «inexactitudes» que no querían ver proyectadas en sus pantallas de cine. Mientras la Biblia cuenta cómo el Mar Rojo fue dividido por un milagro realizado por Dios a través de Moisés, la cinta relata que se produjo a partir de un terremoto, algo que enfadó a ciertos sectores.
No fue el único problema. Egipto apuntó a que era una película sionista. El sionismo es un movimiento judío preocupado por crear un estado-nación independiente para las personas de fe judía en Palestina. «Ofenden a Egipto y su historia antigua faraónica, en otro intento de judaizar la civilización egipcia, lo que confirma las huellas dactilares sionistas internacionales en toda la película», declaró el ministerio egipcio.
Otro país que no estuvo muy de acuerdo con la visión de Scott fue Marruecos. El Centro Cinematográfico de Marruecos dijo en un comunicado que era una escena en concreto la que tenía la culpa. En cierto momento hay un diálogo que implicaba una aparición que representaba a Dios y resulta que en el Islam está prohibida cualquier representación figurativa de Dios.
También la crítica devoró el film y aseguró que la película no era todo lo épica que se esperaba. “Hay que tener en cuenta que Scott es el que está detrás de Gladiator y cualquier película con sandalias que haga va a ser comparada con ella”, afirmaron los críticos.
Pese a todo, la película recaudó 268 millones de dólares de un presupuesto de entre 140 y 200 millones.