La red social X está construyendo un centro de excelencia de confianza y seguridad en Austin, Texas, para combatir la explotación sexual infantil (ESI), así lo informó el blog de la compañía el pasado viernes.
«En X, tenemos tolerancia cero con la ESI, y estamos decididos a hacer de X un lugar inhóspito para los actores que buscan explotar a menores», señala parte del texto.
La empresa destacó que su «máxima prioridad» era enfrentar la explotación sexual infantil a través de la red.
En tal sentido, afirmaron que han reforzado sus políticas y su aplicación para hacer frente a ese delito, apuntando que ahora están tomando medidas en contra de los usuarios que distribuyen ese tipo de contenido.
Aunque, según los datos de la empresa, X no es la plataforma predilecta de los niños, ya que los usuarios de entre 13 y 17 años representan menos del 1% de sus usuarios diarios en EEUU asumen decisiones para enfrentar un flagelo mundial.
Solo en 2023, la red social X suspendió 12,4 millones de cuentas por infringir sus políticas relacionadas con este delito y enviaron 850.000 informes al Centro Nacional para Menores Desaparecidos y Explotados de EEUU. Antes de la llegada de Elon Musk, Twitter solo había suspendido 2,3 millones de cuentas.
«Nos comprometemos a hacer de X un lugar donde la libertad de expresión y la seguridad de los usuarios no se vean en peligro en la conversación pública», concluyó la empresa.
En el Primer Congreso Mundial contra la Explotación Sexual de los Niños (1996) se definió al explotador sexual como una persona «que se beneficia injustamente de cierto desequilibrio de poder entre él mismo y una persona menor de 18 de años, con la intención de explotar sexualmente a esa persona, ya sea para sacar provecho o por placer personal».
