¿Debido a la pandemia de Covid-19 tenemos una crisis de salud mental o una crisis que afecta a la salud mental? La reificación es la nueva “enfermedad” política y consiste en cambiar un problema político por otro científico o técnico y, además, impulsar la teoría de que es preferible que la resuelvan expertos capacitados.
Eso afirma Danielle Carr, profesora adjunta en el Instituto para la Sociedad y la Genética de la Universidad de California en Los Ángeles, en su más reciente columna de opinión en The New York Times.
Explica que la palabra “reificación” es usada en las ciencias sociales para referirse al proceso mediante el cual los efectos de la política son presentados como realidades objetivas e inevitables del mundo.
Por ejemplo, los efectos de los oligopolios tecnológicos no regulados se convierten “en adicción a las redes sociales” y la catástrofe climática causada por la codicia empresarial, en “una ola de calor”, detalla Carr.
Un estudio publicado por The Lancet en 2.021 calculó que la pandemia había provocado 53,2 millones de nuevos cuadros depresivos graves y 76,2 millones de casos de trastorno de ansiedad en el planeta.
Sin embargo, los sentimientos de ansiedad y tristeza resultan una reacción completamente normal a las circunstancias difíciles, no son síntomas de una mala salud mental.
Además, la estabilidad económica es uno de los augurios más relevantes para la salud mental. Y no se refiere este punto, solo a los estados bancarios -aunque es importante- sino a la difícil que es vivir en una sociedad donde se ha destruido el tejido social.
La investigadora sostiene que, para resolver la crisis de salud mental, será necesario luchar para garantizar a las personas el acceso a una infraestructura que amortigüe su estrés crónico: vivienda, alimentación, educación, estabilidad laboral y acciones frente al inminente apocalipsis climático.
“Si solo se lucha por la salud mental en el plano del acceso a la atención psiquiátrica, se corre el riesgo de reforzar las justificaciones de las empresas para lucrar”, concluye.
