Lo que pareciera ser una premio, en China es un castigo «ejemplarizante», que forma parte de las estrategias para combatir el acceso exagerado a los videojuegos.
Aunque hay reglas y hasta leyes para que los niños no se vuelvan adictos a los videojuegos, los padres deben tener sus propias reglas en casa, sin embargo, algunos son más permisivos y otros más extremistas.
El portal 3djuegos.com mustra la historia de un padre que castigó a su hijo de 11 años a jugar ininterrumpidamente durante 17 horas para quitarle todo el apetito de volver a echar una partida con el móvil a deshoras.
El hombre residenciado en Shenzhen, en la provincia de Guangdong, sorprendió al joven jugando con su móvil de madrugada, aún y cuando no tenía permiso de hacerlo.
Este hombre no actuó como lo hubiese hecho quizas otra persona, en vez de quitarle el dispositivo, decidió decirle que jugara todo lo que quisiera, incluso el chico faltó a clases ese día.
La condició de su padre fue no parar ni para dormir. En un vídeo grabado y compartido por Douyin, la versión china de TikTok, se ve al niño en pijama, y muerto de sueño, echando una y otra partida.
Luego de pasar las 17 horas el niño, exhausto y llorando, prometió por escrito no volver a jugar fuera de las horas acordadas, y fue ahí cuando acabó el juego.
Medidas extremas
Desde septiembre de 2021 hay un límite horario para el disfrute de esta actividad entre los menores de edad en China, solo se les permite jugar en línea de 20 a 21 horas, y solo los fines de semana durante los períodos escolares (de viernes a domingo).
Esta política ha valido la pena y el problema de la adicción de los jóvenes chinos a los videojuegos ha sido resuelto, sin embargo, en casos como estos las autoridades llaman a los padres a estar más atentos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) clasificó la adicción a los videojuegos como una enfermedad mental en 2018, en una decisión no exenta de polémica pero que en China se toman muy en serio combatir, sin temor alguno a poner en riesgo una de sus industrias más lucrativas.