Hay una celebración en el año en que la palabra “soledad” puede ser nociva para la salud: San Valentín
Los 14 de febrero están coronados con rojo pasión, globos, peluches, arreglos y chocolates. “Love is in the air” el “amor” está en el aire, cómo diría la canción de John Paul Young.
Para algunas parejas es un hecho coyuntural y es una fecha que no se repetirá en los próximos 365 días del año; para otras, la celebración de San Valentín es una práctica diaria del ejercicio del amor que no amerita de fechas en el calendario.
Sin embargo, pasar San Valentín sin pareja es un deporte extremo que pudiera acentuar la sensación de soledad por la presión social, de un entorno inmerso en el consumismo. Pero hasta ahora, nadie ha muerto por pasar San Valentín solo.
“La soledad es la suerte de todos los espíritus excelentes” decía Arthur Schopenhauer, y un poco más acá, Federico García Lorca se refería a la soledad como “la gran talladora del espíritu”, así que desde el inicio, la soledad no representa un defecto o una falta de carácter.
Además, la génesis de la celebración es en torno al amor genérico en todas sus formas de expresión, y no se limita únicamente al amor de pareja.
Pero quizás, lo que hace más daño es la inevitable comparación con parejas «felices» que circundan por doquier, cuando la soltería es un estado ideal para el descubrimiento más profundo de los propósitos personales.
Reforzar la autoestima con los valores del espíritu, le pueden dar otro significado a la soledad. ¿Mejor solo, que mal acompañado? Si, pero la soledad no es un premio de consolación, es el galardón más preciado que puede dar la providencia en determinado momento de vida.
Hoy en día la soledad es una decisión, aunque se puede apostar a ella de forma gustosa. Aplicaciones como Tinder y muchas otras, pueden acercar en cuestión de segundos a completos desconocidos con intereses en común. ¿Nada mal, no?.
Por otra parte, el mito del matrimonio para toda la vida, quedó en eso, un mito. Ahora las parejas omiten el convencionalismo social y deciden de mutuo acuerdo no seguir con el contrato que representa el matrimonio.
El «y fueron felices por siempre» se ha transformado en un «y fueron felices, hasta que quisieron»
“Antiguamente era impensable que una mujer estuviera soltera, porque no trabajaba y no tenía una fuente de sustento, al igual que no se concebía que los hombres no estuvieran casados porque no eran capaces de cuidar de sí mismos” señaló el sexólogo español, Esteban Cañamares.
En todo caso, debemos recordar que es solo un día con intereses comerciales. Al vendedor de rosas no le importa la magnitud del afecto que se puedas sentir por alguien, solo desea con toda la frialdad del caso, vender sus rosas.
Sin embargo, en caso que se quiera celebrar este día ¿por qué no hacerlo? la generosidad y la solidaridad son manifestaciones de amor, que se pueden poner en práctica. Siempre habrá una persona que estará viviendo una situación más complicada y el gesto apropiado en el momento indicado, será un bálsamo para el alma.
Un buen ejemplo es ayudar a las personas en situación de calle, tener un gesto con un adulto mayor o visitar a los seres queridos. Pero más allá de los gestos con nuestro entorno, es de vital importancia recordar lo valioso que somos cada uno de nosotros, como diría Kamal Ravikant «amarse como si la vida dependiera de ello».
