A pesar de que el Mundial se desarrollará en un país de Oriente Medio en el que el papel de la mujer está muy limitado, Qatar recibirá a tres mujeres como árbitros, hecho que tilda esta fiesta deportiva un poco más interesante.
Se trata de Stéphanie Frappart proveniente de Francia, Salima Mukansanga ruandesa y finalmente Yoshimi Yamashita de origen Japonés.
Será la primera vez en la historia de los Mundiales masculinos en las que habrá mujeres ejerciendo como árbitros. Asimismo, participarán la mexicana Karen Díaz Medina, la brasileña Neuza Back y la estadounidense Kathryn Nesbitt, entre los 69 asistentes.
El fútbol que ha sido considerado un deporte de hombres, poco a poco y con mucho esfuerzo, encuentra a las mujeres haciéndose su espacio y mostrando también su valía y su nivel.
Mujeres con Trayectoria
Es el caso de Stéphanie Frappart, la colegiada que ha conseguido posicionarse en el fútbol francés de máximo nivel y que ahora está haciendo lo propio en Europa. Frappart es ahora mismo una referente absoluta.
Comenzó su andadura profesional como árbitra de la FIFA en el año 2011 y hoy en día es toda una institución. Tras hacer historia en la Ligue-1, en la Champions League, la Europa League y la Supercopa de Europa, da el paso directamente al Mundial como colegiada principal.
Por su parte, Salima Rhadia Mukansanga hizo historia a comienzos de año cuando dirigió encuentros en la Copa de África. Ninguna mujer lo había hecho; soñaba con ser jugadora de baloncesto, pero su vida cambió hacia el mundo del arbitraje que ahora la lleva a un Mundial.
Lo mismo sucede con Yoshimi, tras hacer historia en la AFC Cup en 2019 arbitrando un encuentro internacional masculino, se ha ido asentando en Japón y en todo Asia. Ahora llegará al Mundial a sus 36 años por delante de otros colegiados de su país.
El mundo del arbitraje se va ampliando a nivel mundial y se considera un avance en tema de igualdad e inclusión. Nada más en España en las escuelas de Cataluña de los 1.950 árbitros que se preparan solo 108 son mujeres, esta pequeña brecha marca un antes y un después en la historia del fútbol.
