En la ciudad de Miami, en EEUU, está un centro neurálgico por el que pasa el 90% de las comunicaciones por internet de América Latina, bien sea a través de datos móviles o del Wi-Fi.
Para diseminar las conexiones de internet por el mundo, la mayoría de los proveedores utilizan los cables submarinos que conectan el mundo a la red.
18 de esos cables que llevan internet a toda América latina llegan hasta el edificio del Network Access Point de las Américas, uno de los mejores centros de datos del mundo, mejor conocido como el NAP de las Américas.
La empresa Equinix es la encargada de administrar la fortificación con altas medidas de seguridad para evitar el acceso de personas no autorizadas y para contener los embates de un huracán categoría 5.
Las conexiones de internet se entrelazan con el mundo a través de cientos de cables submarinos de fibra optica que requieren puntos de interconexión neutrales, como el de Miami.
Para ingresar al NAP hay que tener invitación, y la persona debe pasar por cinco filtros de seguridad para acceder a las «jaulas» donde está la tecnología de interconexión.
Los guardias resguardan el recinto con armas de fuego, y las tarjetas de acceso son personales e intransferibles, por lo que solo se permite la entrada de una persona.
«El NAP de las Américas en Miami es el punto más importante para nosotros y para otras partes del mundo como Europa y Asia, porque tenemos muchos cables que aterrizan allí», dijo Eduardo Carvalho, director general de Equinix para América Latina en Sao Paulo.
Actualmente al NAP se conectan 176 clientes, entre ellos, los operadores de internet y telefonía de los países latinoamericanos y del Caribe, pero también hay otros, como los proveedores de comunicación, escuelas, compañías de finanzas, entre otros.
Carvalho señala que este centro de datos no gestiona la información que llega, es decir, no pueden leer el contenido de mensajes de usuarios celulares, ni gestionar la información de bancos, entre otras interacciones, ya que solo se ocupan de que todo funcione sin interrupción.
«Es como si fuera un aeropuerto. Nosotros podemos transferir al usuario de una aerolínea a otra. Lo eficiente que tiene esto es que no solo te puede interconectar con una, sino con muchas», explicó Graciela Padrón, directora sénior de operaciones en el NAP.
En el interior destacan las madejas de cableado que se extiende por los techos de este centro de datos, que son poco conocidos, debido a que no está permitido captar imágenes debido a la alta sensibilidad de la información que puede exponerse.
Es previsible saber que este centro de datos está protegido con la última tecnología contra ciberataques y cuenta con el equipo de respaldo necesario para sustituir hardware que tenga desperfectos.
Este centro de datos fue abierto por primera vez en 2001, y a lo largo de más de dos décadas ha visto ampliaciones y transformaciones para mantener el paso con los avances de la tecnología.
