Nueva Zelanda prohibirá gradualmente fumar a partir del próximo año para cualquier persona nacida después de 2008, así lo indicó el Parlamento neozelandés.

Con esta ley, los jóvenes jamás podrán adquirir cigarrillos o productos en base al tabaco en el país. La ministra de Salud, Ayesha Verrall, quien presentó el proyecto de ley, aseguró que este será un paso "hacia un futuro libre de humo’’. En este sentido, para 2050, las personas de 40 años serán ‘’demasiado jóvenes’’ para comprar cigarrillos.

"Miles de personas vivirán vidas más largas y saludables y el sistema de salud se ahorrará 3.200 millones de dólares al no tener que tratar las enfermedades causadas por el tabaquismo", comentó Verrall.

Se espera que la nueva ley llamada ‘’Proyecto de Ley de Ambientes Libres de Humo’’, reduzca el porcentaje de adultos fumadores a menos del 5% para 2025, aunque, a largo plazo, el plan es erradicar por completo su uso.

Este ambicioso plan fue presentado hace aproximadamente un año por el Ejecutivo laborista de la primera ministra, Jacinda Ardern, quien a través de campañas publicitarias pretendía detener el tabaquismo en el país tras años de lucha para reducir su consumo.

Sin embargo, el Parlamento desea ir mucho más allá con esta nueva ley antitabaco, una de las más estrictas a nivel internacional que convertiría a Nueva Zelanda en el segundo país en prohibir la venta de tabaco a gran parte de su población. El primero fue Bután, quien decretó la prohibición en 2010 con el objetivo de erradicar el tabaquismo.

Nueva ley, menos comercios

El Proyecto de Ley de Ambientes Libres de Humo también limitará el número de establecimientos que puedan distribuir productos de tabaco, de 6.000 comercios que existen en la actualidad, sólo 600 quedarán en todo el país.

Además, la nicotina se reducirá para que el cigarrillo sea menos adictivo. "Esto significa que la nicotina se reducirá a niveles no adictivos y las comunidades estarán libres de la proliferación de minoristas que apuntan a la venta de productos de tabaco en áreas específicas", indicó Verrall.

Por otra parte, la Asociación de Consumidores y Contribuyentes (ACT) -que posee 10 escaños en el parlamento-, advirtió que estas nuevas medidas podrían fomentar un mercado negro de productos de tabaco, lo que acabaría con los pequeños establecimientos que queden.

"Nadie quiere ver a la gente fumar, pero la realidad es que algunos lo harán y la prohibición introducida por el Partido Laborista, típica de un Estado paternalista, va a causar problemas", señaló la líder de ACT, Brooke Van Velden.

Esta ley no prohibirá los cigarrillos eléctricos, los cuales son mucho más populares entre las generaciones jóvenes.

Un ahorro de millones de euros

Verral asegura que esta medida ayudará a que el sistema sanitario deje de gastar importantes sumas monetarias para tratar enfermedades relacionadas al tabaquismo, los cuales pueden ir desde algún tipo de cáncer hasta ataques de corazón, derrames cerebrales o amputaciones.

Esta es la forma de Nueva Zelanda de erradicar un hábito que afecta a la población del país.